El Hospital Provincial de Castelló ha registrado otra avería. Esta vez no ha sido en los aceleradores lineales, pero también afecta a los enfermos oncológicos. El PET-TAC, una herramienta de diagnóstico empleada para detectar tumores, lleva al menos tres semanas fuera de servicio, lo que ha obligado a derivar a pacientes a Valencia, según informó el sindicato CCOO. Desde el hospital no especifican cuánto tiempo lleva averiado el equipo, pero sí indican que esta semana no ha funcionado «porque estaban revisándolo». Prevén que se reanude el servicio a partir del lunes.
Uno de los enfermos afectados es Raúl Batalla, de 61 años. Le diagnosticaron cáncer de próstata hace una década y tras una operación lo superó. Sin embargo, la enfermedad le ha dado varios sustos desde entonces: tuvo que someterse a unas 40 sesiones de radioterapia porque le encontraron otro tumor, también le extirparon un bulto en el cuello y tiempo después se sometió a otra operación tras detectarle células cancerosas en la boca. Batalla superó estos baches, pero ahora se enfrenta de nuevo al fantasma del cáncer.
En la última revisión, a principios del pasado mes de julio, los médicos observaron que los marcadores tumorales eran altos. El oncólogo del Hospital Provincial que trata a este enfermo le mandó hacerse un PET-TAC para conocer la localización y las dimensiones del tumor. Sin embargo, después de un mes ha tenido que acudir al Hospital Clínico de Valencia para someterse a la prueba diagnóstica porque el aparato del centro hospitalario de Castelló no funciona. «Nos han anulado cuatro citas en el Provincial», denuncia la mujer de Batalla, Dolores Puchol, quien relata con indignación el via crucis por el que han pasado estas últimas semanas. «Entre la tercera y la cuarta cita anuladas tuvimos que ir de urgencias al Hospital de La Plana porque mi marido empezó a expulsar gran cantidad de sangre en la orina», explica Dolores. «Cuando nos llamaron la cuarta vez para decirnos que el PET-TAC no funcionaba y que tenían que posponer la cita, presentamos una reclamación», dice la familiar del enfermo. Por otra parte, agradece al personal sanitario el trato dispensado. «Son todos grandes profesionales, el problema es que la máquina no funciona», dice Dolores, quien añade que algunas citas se tenían que anular en el último momento, «incluso cuando ya le habían inyectado el contraste a los enfermos».
Finalmente, un mes después de que le detectaran un posible tumor, su marido fue derivado al Hospital Clínico de Valencia, donde el pasado miércoles le practicaron la prueba. Ahora tendrá que esperar unos días para que su médico le dé los resultados. Pero el de Raúl Batalla no es el único caso. «En la sala de espera en Valencia había más pacientes de Castelló para someterse alPET-TAC», indica Dolores Puchol, quien asegura que alguno de los enfermos expresó su voluntad de reclamar a la Administración el gasto por haber tenido que desplazarse hasta allí. Desde el sindicato CCOO constatan que se están derivando a pacientes oncológicos a hospitales de la provincia vecina para poder realizarles la prueba diagnóstica, aunque se desconoce a cuántos.
