Vila-real podría quedarse sin la esperada escuela de artesanía. Un centro, cuyas gestiones se remontan a hace casi un año, y que habría convertido al municipio en el único en toda la Comunitat Valenciana en albergar un taller formativo en torno al oficio de la madera. El presidente del gremio de carpinteros, Pepe Traver, ha desistido en la espera y anunció ayer su decisión de abandonar el proyecto «al no haber un interés real y serio por parte del ayuntamiento», explicó.

Está previsto que así se lo comunique al alcalde de la ciudad, José Benlloch, a través de una carta que prevé enviar hoy mismo. «Estoy harto y disgustado porque es la primera vez que una institución no me hace caso. No me aclaran nada y ni siquiera me han llamado. Me parece ya una burla», lamentó. No obstante, Traver también quiso agradecer «el interés que el consistorio mostró en su día», dijo.

Además, el presidente de la entidad señaló que ha retomado las conversaciones con una de las entidades de enseñanza de oficios de la provincia para estudiar una posible ubicación alternativa del centro. El concepto del taller, según explicó, sería el mismo que le habría gustado implantar en Vila-real. «Lo que más me hubiera gustado es hacerlo en mi ciudad y me sabe mal que Vila-real se pueda quedar sin algo bonito y que no es para mi lucro personal», subrayó.

La idea es hacer «una institución grande y luchar porque el oficio no se pierda», indicó. Concretamente, la intención pasa por centrar la escuela en la restauración de piezas antiguas, todas ellas, pertenecientes al patrimonio del colectivo de carpinteros. Asimismo, también hay previstas sesiones para aprender a tallar la madera.

Otra de las demoras que obstaculizaron la inauguración del centro fueron las pasadas elecciones municipales del mes de mayo. Ante los constantes avisos de la Junta Electoral Provincial, el equipo de gobierno decidió aplazar la apertura del centro hasta transcurridos los comicios.

Más de cuarenta inscritos

Quienes se encuentran en una situación de incertidumbre son los más de cuarenta interesados en participar en las actividades y los talleres de la escuela de artesanía. Los horarios, divididos en mañana y tarde, ya estaban cerrados y dirigidos a jóvenes y jubilados, respectivamente. También lo estaba el local. Tras visitar varios, tanto el colectivo, el equipo de gobierno como la Fundació Caixa Rural se decidieron por el taller «Mucovi» situado detrás de la avenida de Italia, al reunir los requisitos del Servef y estar ya listo para utilizar. El precio del alquiler, del que no se ha llegado a pagar ninguna cuota, se acordó en 1.200 euros al mes.