Los colores oscuros (rojo y negro) son los favoritos de los mosquitos hembra a la hora de elegir a sus víctimas, aunque el olor y la temperatura de la piel son determinantes para hincar su trompa. Cuanto más olor se desprenda, más posibilidades existen de ser el plato principal del mosquito. Si además se come queso en abundancia y se bebe cerveza, las posibilidades se disparan. A los mosquitos les atrae el ácido láctico pero también detectan las altas concentraciones de esteroides y colesterol en la piel, así como el dióxido de carbono, por lo que se aconseja ducharse por la noche. Algunos repelentes son el eucaliptus, el comino, el tomillo y la canela.

p. g. b. valencia