Acuatlón, tenis de mesa y baloncesto convirtieron ayer a Benicarló en capital deportiva de la provincia.

En primer lugar, se celebró el I Acuatlón Basiliscus Benicarló, en el que los participantes tuvieron que correr 2.500 metros, nada 1.000 metros y volver a correr 2.500 metros hasta la línea de llegada, instalada junto a la Playa del Morrongo. Un total de 118 atletas participaron en la prueba que fue seguida por muchas personas.

El primero en llegar a la meta fue el vinarocense Guillem Segura, que debió de apretar para mantener la ventaja sobre Emilio Soria, mientras que en féminas la victoria fue para para la vila-realense Aixa Cantavella, que estuvo seguida por dos benicarlandos.

Asimismo, por quinto año consecutivo o el Club Bamesad, de Cocemfe Maestrat, organizó un torneo de baloncesto 3x3, en la pista deportiva del Colegio La Salle de la ciudad, con la dificultad añadida de tener que jugar sentado en una silla de ruedas. Parece fácil al verlo, pero no lo es, porque solo el acto de lanzar a canasta es más difícil. Un año más se disputaron una serie de partidos en los que se pudieron ver las habilidades de quienes están acostumbrados, en contraste de quienes quisieron, de forma solidaria, saber lo que se siente al jugar sobre una silla y vivir por unos minutos las dificultades a quienes se ven sometidas, en el día a día, por una sector de la sociedad.

Por último, la segunda cancha del Pabellón de Benicarló acogió el IV Open Ciudad de Benicarlo de Tenis de Mesa. Un centenar de jugadores, de todas las edades participaron en este evento, organizado por el club benicarlando, que se disputó por el sistema de eliminatorias.