La Conselleria de Educación ha elevado a los 29 años la edad máxima para poder cursar ciclos de Formación Profesional (FP) Básica «de segunda oportunidad» en Centros Integrados Públicos de Formación Profesional (CIPFP) en la Comunitat Valenciana.
De este modo, Educación ha ampliado en 5 años la edad máxima que pueden tener los jóvenes para poder acceder a estos estudios, que hasta el momento exigían como requisito tener entre 17 y 24 años, según informó ayer la Generalitat Valenciana.
La iniciativa trata de «favorecer» las oportunidades laborales de jóvenes mayores de 17 años que no posean ningún título de FP y que no hayan finalizado estudios secundarios completos. Educación ha actualizado la normativa autonómica y la ha adaptado a la Ley 25/ 2015, de 28 de julio, de mecanismo de «segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social», publicada este mismo mes.
En la Comunitat Valenciana existen seis Centros Integrados con una oferta de 5 ciclos formativos de estas características, en Sant Vicent del Raspeig, Benicarló, Castelló, Alzira, Valencia y Xàtiva.
En ellos se puede cursar Fabricación y Montaje, Alojamiento y Lavandería, Cocina y Restauración, Servicios Comerciales, y Electricidad y Electrónica.
Los jóvenes interesados en realizar estos estudios de segunda oportunidad deben presentar sus solicitudes de admisión entre el 1 y el 7 de septiembre.
El día 9 se publicará las listas provisionales de admitidos, el día 11, las listas definitivas, y los días 18 y 19 se abrirá el plazo de formalización de la matrícula.
84.000 jóvenes
Uno de cada cinco valencianos de entre 17 y 24 años, más de 84.000 jóvenes, ni estudia ni trabaja. Para estos jóvenes con un futuro imperfecto, laboralmente hablando, y a los que la sociedad ya ha estigmatizado como los ninis, la Conselleria de Educación anunció a finales del año pasado una FP Básica de «segunda oportunidad». En esta FP para ninis Educación preveía invertir en seis años (2015-2020) 39 millones de euros procedentes del Fondo Social Europeo. La iniciativa se dirigía a personas sin estudios obligatorios, sin escolarizar y sin empleo.
