El keniano Ezekiel Kemboi, con su cuarto título en 3.000 m obstáculos, la jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, con el tercero en 100 metros, y la colombiana Caterine Ibargüen con el segundo y su vigésimo noveno triunfo consecutivo, acapararon el protagonismo en la tercera jornada de los Mundiales de atletismo. Campeona olímpica de 100 metros, Fraser-Pryce se convirtió en la primera atleta de la historia que conquista tres veces el título mundial de la distancia, en una exhibición de 10.76 segundos que le permitió relajarse en los últimos metros.

Dafne Schippers, campeona de Europa y única atleta de raza blanca presente en la final, se acercó mucho a la jamaicana en el último tramo y obtuvo junto un justo premio a su progresión en la medalla de plata con nuevo récord de Holanda (10.81). La campeona estadounidense Tori Bowie recibió el consuelo de la medalla de bronce con 10.86, por delante de la segunda jamaicana, la veterana Veronica Campbell-Brown (10.91).

En la final de obstáculos, Ezekiel Kemboi, dos veces campeón olímpico, reforzó su aura de imbatible en grandes campeonatos con su cuarto título mundial consecutivo y la séptima medalla seguida, pues ya tenía tres platas en esta competición. Por primera vez en la historia, también, Kenia, que ya tenía dos tripletes y siete dobletes, copa los cuatro primeros puestos de la final. A continuación de Kemboi, ganador con 8:11.28, arribaron Conselsus Kipruto (8:12.38), Brimin Kipruto (8:12.54) y Jairus Kipchoge Birech (8:12.62).

Caterine Ibargüen revalido su título mundial de triple con una marca de 14,90 metros que le dio su vigésima novena victoria consecutiva en una racha triunfal que emprendió a continuación de la final olímpica de Londres 2012.

La sorpresa de la jornada se produjo en el saltadero de pértiga. El canadiense Shawnacy Barber, un advenedizo en la disciplina hasta este año, sorprendió con un salto de 5,90 al defensor del título, el alemán Raphael Holzdeppe, y al plusmarquista mundial, el francés Renaud Lavillenie.