La Conselleria de Educación cuestiona los conciertos como los de los colegios del Opus Dei en Betxí, que segregan a los alumnos por razón de sexo, pero no aclara el futuro de los mismos. También quiere recuperar las unidades escolares eliminadas por la anterior Generalitat y reducir la ratios, según apuntó ayer el titular del departamento, Vicent Marzà, tras una reunión en el Ayuntamiento de Castelló.

La Generalitat aspira a pegar un vuelco en la política educativa, pero sus planes se acometerán de manera paulatina y a lo largo de la legislatura, ya que tal como se desprende de las declaraciones del conseller, estas medidas no dependen sólo de la voluntad de la conselleria. Las ratios están vinculadas al Ministerio de Educación, los conciertos tienen unos plazos en vigor dificilmente modificables antes de que finalicen y la recuperación de unidades escolares está ligada a la previsión escolar que se realiza a un año vista del curso escolar. Para este ejercicio, el Consell ha mantenido prácticamente invariable la planificación heredada del PP ante la proximidad del comienzo de las clases. Una revisión amplia habría generado molestias en los procesos de matriculaciones.

En los conciertos educativos, el conseller eludió concretar, a preguntas de este diario, si seguirá sosteniendo con fondos públicos a los colegios del Opus de Betxí cuyos estudiantes van separados por razón de sexo, aunque reconoció que «no me gusta» este modelo. Marzà ha reiterado en las últimas semanas su propósito de acabar con «la barra libre en los conciertos». Pretende recuperar el espíritu originario de la ley de creación de este sistema (en los años 80), es decir, la administración financia colegios privados en aquellas zonas donde hay insuficiente enseñanza pública. Los gobiernos del PP fueron más allá y ampliaron esta modalidad en puntos con oferta pública esgrimiendo cuestiones de demanda y la libertad de elección de los padres. Sindicatos y partidos de izquierdas censuraron que de esta forma empeoró la escuela pública.

En enero, el Consell popular amplió la duración de los conciertos de los 4 a 6 años y, poco antes de elecciones, renovó 50 convenios en la Comunitat Valenciana.

En los centros del Opus de Betxí, según UGT, las unidades de enseñanza obligatoria (infantil, primaria y secundaria) fueron aprobados el curso pasado y acabarán en 2019. La Lomce, cabe recordar, incrementó de 4 a seis años, el periodo de los conciertos educativos.

El Ejecutivo valenciano destina 50 millones a 40 centros privados de Castelló. La intención de la actual conselleria mantener los colegios situados en barrios con escasas dotaciones públicas.

Respecto a las aulas recortadas en pasados ejercicios, Marzà recordó que se ha recuperado la línea en valenciano del colegio Herrero, mientras las cuatro unidades regresarían en este mandato, adujo. La administración popular retiró hace dos cursos líneas en el Mestre Canós, Herrero, Bisbe Climent, Blasco Ibáñez y Antonio Armelles, la mayoría en valenciano, porque según la entonces consellera de Educación, María José Català, el castellano se encontraba en una situación de marginalidad.

Rebaja en las ratios

En cuanto a las ratios, Marzà explicó que en el último encuentro con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Núñez, le instó a rebajar las ratios, y lamentó enterarse por la prensa de que las rebajará en 2016. A su juicio, es un anuncio «electoralista» y le emplazó a concretar cómo materializará esta medidas. El conseller avanzó que la Generalitat ha realizado un «ajuste fino» en algunas aulas de la ESO «donde se había desbocado la ratio». Marzà abordó, asimismo, la situación de los centros de Castelló con el vicelcalde, Enric Nomdedéu, y una amplia delegación de concejales.