El pasado viernes , previo partido en Sevilla ante el Betis, Marcelino pedía lo mismo. La llegada a última hora de medio equipo (entiéndase prácticamente todo el entramado ofensivo), y los que todavía faltan por llegar, convertía en misión casi imposible que este equipo tuviese más allá de cuatro conceptos claros a la hora de atacar. Especialmente en ataque estático, que a la contra mal que bien la cosa fue tirando gracias a la calidad y la velocidad de la muchachada amarilla. Por desgracia los peores vaticinios los vimos en ese sentido. Un equipo serio, muy serio donde está trabajado, y verde, casi inexistente a la hora de la creación.
Parto de la base de que tratar de evaluar a cualquier equipo en el mes de agosto, más allá de un simple comentario puntual y siempre en base a los condicionantes que en ese momento le rodean, es una soberana gilipollez . Y con el Villarreal no haremos una excepción. Pero si quedó algo claro en Sevilla es que los citados «condicionantes» marcaron un guión preestablecido demasiado anunciado del que nadie se salió . Tan solo Soldado, aunque posiblemente tenía reservada su firma en el propio guión para dejar claro que en el fútbol las cosas no se olvidan de un día para otro. Y que será verdad eso de que el gol, algunos, lo llevan en la sangre .
Para lanzarse a vaticinar al principio del camino como será su final, hay que contar con una buena bola de cristal. O en su defecto apoyarse en aquello de que la ignorancia es atrevida. Pese a ello, y quizá porque tenga más de ignorante (aunque cobarde, que ya es triste), que de adivino, no me genera dudas la calidad de la plantilla que este año le han puesto a Marcelino entre manos. Y si, pienso que es mejor, bastante mejor, que la de la pasada temporada. Y que pese a las diferentes opiniones que se puedan verter, la considero superior en todas y cada una de las lineas. Pese a que las bajas de Vietto y Cheryshev se hagan sentir. Especialmente la del ruso, porque los goles del argentino estoy convencido que Soldado los va a superar. Y porque cerca del 70% de estos, y ahí está la estadística, se los sirvió el segundo en bandeja.
Con todo, como al moribundo monarca, nadie les va a regalar tiempo para la adaptación de una plantilla configurada en puestos demasiado importantes y cercanos en el espacio, a ultimísima hora. Y eso, de la misma forma que la seguridad defensiva dará puntos allí donde el equipo no tenga el día, restará alguno que otro en las primeras jornadas y hasta que cada algunos sepan realmente donde están. Es el pan nuestro de cada día. Nunca estar conformes con lo que nos dan. Aunque no nos cueste un duro.