El belga Jesper Stuyven (Trek) y el líder colombiano Esteban Chaves (Orica) eran los más felices en la meta de Murcia. Uno como vencedor de la etapa y otro aún con la roja de líder sonreían por sus conquistas en una caótica jornada marcada por el intenso calor y por una caída masiva que eliminó a Van Garderen, Daniel Martin y Bouhanni.

«Miras el libro de ruta y parece que es una etapa transición», comentaba Chaves, «pero luego se convierte en un infierno». Y lo dijo con razón El Chavito, pues aunque solo sufriese daños de «chapa y pintura», se fue al suelo a 50 kilómetros de meta, en Murcia, donde la montonera encogió el corazón de la Vuelta.

Ciclistas tendidos en el asfalto, algunos junto a los raíles del tranvía, el belga Boeckmans no se movía.... mala pinta tenía aquella imagen que parecía sacada de una batalla. Por suerte los daños de todos los implicados tuvieron solución en el hospital de la capital murciana.

No terminaron los sustos en ese momento. Un pelotón reducido a 25 unidades quedó al frente a 8 kilómetros de meta, cuando Peter Sagan fue arrollado por una moto. El eslovaco, encolerizado y apartado de la lucha por la victoria, pateó la bicicleta y juró en todos los idiomas posibles. El conductor de la moto fue expulsado de la carrera, y el ciclista, a su vez, sancionado.

Ya no hubo más sobresaltos. El australiano Adam Hansen, el hombre diesel con el récord de 13 grandes consecutivas, salió disparado a 2 de meta. Sin éxito, pues la suerte estaba echada para que los velocistas que se habían salvado de caídas, atropellos y que mantenían fuerzas después del salvar el puerto. Entre ellos surgió Jesper Stuyven, de 23 años, brillante como juvenil, pues fue campeón del mundo en 2009 y ganador de la París Roubaix en 2010. Como profesional era desconocido desde su debut en 2012. Ya no lo es. Logró su primera etapa en una de las grandes.

En la general la vida sigue igual. Chaves al frente con 10 segundos sobre Dumoulin (Giant) y 36 respecto a Nicolas Roche (Sky), quien ocupa la tercera plaza que se dejó Dan Martin en la caída. El primer español, cuarto, Alejandro Valverde. En casa se quejó del calor. «Me gusta que haga calor, pero hombre, no tanto». dijo.

Hoy otra prueba con final en alto. La novena etapa entre Torrevieja y el Ato de Puig Llorença, de 168 kilómetros, promete un desenlace entretenido. El pelotón espera que al menos sea menos accidentado.