Enlazó el Castellón dos victorias consecutivas en el arranque de la temporada, un logro que no firmaba desde la temporada 2007-08. Para lo bueno y para lo malo, es el conjunto albinegro un equipo en construcción. Mientras encajan las piezas, bienvenidos son los puntos, de tres en tres, que le permiten asomar en el coliderato de la tabla. Ramón María Calderé, el entrenador albinegro, se mostró ayer satisfecho por la capacidad de reacción de su equipo, que enderezó el rumbo en el segundo acto tras un pobre primero, y llamó a la «tranquilidad». «Solo llevamos dos partidos», recordó, «el trabajo irá dando sus frutos».

En el análisis, Calderé destacó varios aspectos. Uno fue el césped, que lastró las intenciones iniciales de los albinegros. «En la primera parte hemos insistido en jugar por dentro pero el campo está mal. Para nosotros es un handicap. Aún así hemos seguido yendo al ataque que es nuestra obligación. En el descanso asumimos riesgos, con Clausí de falso lateral y hemos leído mucho mejor el juego», explicó. Calderé también se refirió a la estrategia («que otra vez ha dado sus frutos») y valoró el rendimiento goleador de Rubén Fonte. «Es un hombre gol, por eso le hemos dado confianza en Liga. Hay mucha gente que tiene que marcar: Lolo, Saizar, Rubén... Buscamos goles porque somos un equipo que va al ataque. Tenemos recursos y hoy (por ayer) lo hemos demostrado».

Tras la victoria, el calendario no da tregua. El miércoles a las 20.00 horas juega el Castellón en Sabadell, a partido único, la primera eliminatoria de Copa del Rey. «Lo vamos a pelear. Podemos hacer un gran equipo con los que no han sido titulares: Selvas, Jesús, Castells, Tornero, Saizar, Álvaro (el juvenil), Lolo... El equipo que salga dará la cara seguro», afirmó Calderé, que no fue el único feliz en la sala de prensa del estadio, tras el triunfo.

Porque feliz estaba Rubén Fonte, que tuvo el debut soñado en Castalia, con dos goles. «Estoy contento por la victoria y también a nivel personal. Para un delantero marcar siempre es importante. Nos ha costado, el campo no ayuda y era imposible jugar por el centro, pero con dos puntas ellos han perdido algo la vigilancia y me ha venido muy bien». De manera similar lo vio el medio Jordi Marenyà: «Estuvimos bastante imprecisos y poco profundos. En la segunda parte tuvimos más tranquilidad en tres cuartos. La entrada de Saizar ha sido muy positiva».