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Manuel Paduraru

"Los partidos deben implicar a los inmigrantes, no sólo pedirles el voto"

"Los partidos deben implicar a los inmigrantes, no sólo pedirles el voto"

Manuel Paduraru (Targoviste, 1980) dejó la empresa de seguridad privada que regentaba en Rumanía en 2004 porque, según dice, allí «no veía futuro». Eligió Castelló animado por amigos y conocidos que ya habían probado suerte en la provincia, uno de los principales destinos de la emigración del este de Europa. Como muchos de sus compatriotas, trabajó en la construcción, y tras varios empleos como comercial y administrativo, se dedicó a traducir interrogatorios y escuchas telefónicas para la Policía Nacional y los juzgados. Nunca pudo imaginar que acabaría fundando la agrupación local de un partido y convirtiéndose en el primer concejal extranjero del Ayuntamiento de Castelló. Hoy, desde la bancada de Ciudadanos, se marca el reto de mejorar la situación de los inmigrantes.

¿Por qué se metió en política?

Porque hacía falta un cambio, la gente de la calle tenía que dar este paso e implicarse, no sólo quejarse y exigir, sino implicarse.

Y ¿por qué en Ciudadanos?

Es un partido de centro, es nuevo, tiene algunas ideas que coinciden con las mías y normas que no tienen otros, como la de exigir la dimisión de imputados o la imposibilidad de ostentar el mismo cargo más de dos mandatos.

¿Pensaba que llegaría a ser concejal?

No, entré con ilusión, pensando en aportar mi granito de arena y en menos de dos años esta aventura ha terminado aquí. Tengo la satisfacción de demostrarme a mí mismo y a la gente que cosas que parecen imposibles no lo son, lo imposible es sólo una opinión.

Antes de presentarse a las elecciones por Ciudadanos, ¿a quién votaba?

Votaba al PP porque soy de centro, liberal, y no coincido tanto con la izquierda. No existen partidos de centro-izquierda, y yo soy de centro.

¿Cómo cree que ha tratado el PP el tema de la inmigración en Castelló?

No conozco de cerca la política que han llevado a cabo, pero creo que, sobre todo, han pensado en los votos. En el censo electoral constan sólo unos 3.000 extranjeros en la ciudad, cuando sólo rumanos hay 17.000. Habría que empezar por ahí, hacerles entender que tienen unos derechos y unos deberes, que tienen que implicarse en la vida social. Si no expresamos nuestro derecho a votar, tampoco tenemos derecho a exigir. Es un tema que tendrían que abordar todos los partidos, intentar implicar a los inmigrantes, no sólo pedirles el voto cuando son las elecciones.

¿Cree que se ha hecho un uso electoralista de la inmigración?

Desde luego.

¿Qué reto se marca como concejal?

Tengo que representar a toda la sociedad de Castelló,la gente que me ha votado no lo ha hecho por ser rumano. Tengo un deber hacia los ciudadanos en general, pero creo que debo ayudar a la integración de los rumanos, cambiar la mala imagen que tiene parte de la comunidad. Hay que motivar a la sociedad rumana para que se integre.

Teniendo en cuenta que Castelló es destino de inmigrantes rumanos desde hace años, ¿cree que se ha demorado mucho su incorporación a la política activa?

Sí, se ha tardado demasiado, se han puesto límites a la participación activa, a la hora de constituir un sindicato propio, por ejemplo, pero la culpa la tiene también la propia comunidad rumana por no luchar más. Todo el mundo me decía que no lo iba a conseguir y yo lo he intentado, eso también es bueno para los demás, un ejemplo de que si quieres algo lo puedes conseguir.

¿Nadie le apoyaba?

De la comunidad rumana no. Es triste, pero nadie ha confiado en mí. La mayoría no se creía que fuera posible, como no ha pasado nunca...

Ahora que es concejal, ¿sus compatriotas le piden que haga algo por ellos?

Por desgracia es una comunidad que no está muy unida y creo que la mayoría ni siquiera sabe que tienen un concejal rumano, pero estoy en ello.

¿Cree que con usted se abre la puerta a que más inmigrantes participen en la vida política?

Estoy convencido de que sí.

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