La preocupación se ha extendido entre los padres y madres del colegio Eleuterio Pérez de la Vall d'Uixó tras conocer que el lunes cayó parte del falso techo de la cocina del centro escolar. Resulta casi inevitable recordar lo que sucedió en abril de 2013 en el colegio de la Asunción, también en la Vall, cuando se produjo un incidente similar, aunque en aquel momento en un aula cuando los alumnos estaban en clase, por fortuna sin consecuencias. Tras conocer la gravedad del problema se tuvo que cerrar el edificio afectado y reubicar a los alumnos, que no volvieron al centro hasta principios de 2015.
A pesar de estos antecedentes, desde la AMPA del colegio Eleuterio Pérez se quiso hacer ayer un llamamiento «a la tranquilidad», según señaló su presidenta, Isabel Corredera, ya que «no tiene sentido alarmar a la gente cuando todavía no sabemos cuál es la envergadura del problema», algo que no se conocerá hasta que no se realicen los informes técnicos anunciados por el ayuntamiento de la localidad ayer mismo.
Desde la AMPA se considera que todas las administraciones implicadas «respondieron con premura y nos están informando en todo momento de lo sucedido». Tanto es así, que en la visita que se realizó ayer por la mañana, con técnicos municipales y de las consellerias de Educación e Infraestructuras, además de la alcaldesa, Tania Baños y el director del colegio, también estuvieron dos representantes de la asociación.
Isabel Corredera aseguró que los miembros de la AMPA «estamos tranquilos, porque nos han asegurado que van a emplear todos los medios necesarios para solucionar el problema lo más pronto posible». De hecho, la concejala de Educación, Carmen García, confirmó que está previsto que a las 7 de la mañana de hoy una empresa local empiece las catas para «comprobar el estado de los falsos techos». El objetivo, según García es «agilizar los trámites para tener cuanto antes un informe y garantizar en todo momento la seguridad de los alumnos y alumnas». Basándose precisamente en que todavía no se conocen las causas reales del derrumbe, ni tampoco la gravedad de los desperfectos que no se aprecian a simple vista, es por lo que desde la AMPA se quiere esperar a tener más información para realizar una valoración. En cualquier caso, lo que parece indiscutible para todas las partes afectadas es que decidir si se cierran o no parte de las instalaciones escolares es precipitado en este momento. Tanto es así que Corredera afirmó que si se tiene que cerrar o no el comedor,» dependerá de lo que los informes técnicos aconsejen para garantizar la seguridad».
A pesar de ser un caso similar y de que prácticamente nadie ha podido evitar recordar lo que pasó en la Asunción, todos confían en que el problema podrá solucionarse actuando solo en la cocina, que ha sido calificada por los técnicos como una zona «más sensible», porque tiene que soportar temperaturas más altas que el resto del edificio, aunque esta también se considera una valoración inicial.
Sobre el estado general del edificio, Corredera insistió en que a pesar de que la construcción del colegio Eleuterio Pérez no es reciente, las necesidades de mantenimiento han ido cubriéndose a medida que ha sido posible, de ahí que se confíe en que el problema de la cocina no vaya a más. Y, por lo que desde la AMPA se tiene conocimiento, a diferencia de lo que sucedió en el colegio de la Asunción, en este centro escolar «no ha habido problemas de goteras o filtraciones».
Mientras la brigada municipal trabajaba ayer en la retirada de escombros y limpieza de la cocina y el comedor, los miembros de la AMPA preparaban los lotes de libros de texto que empezarán a repartirse estos días con el deseo de que el curso comience con total normalidad, lo que significaría que el problema del sobretecho solo ha afectado a la cocina y ha podido solucionarse.
