Vila-real inauguró ayer la plaza provisional que se ha construido junto al Mercado Central y la iglesia Arciprestal tras casi tres meses de intenso trabajo para su puesta a punto antes de la bajada de la Virgen de Gracia, que tendrá lugar esta tarde a partir de las 18.00 horas. Sin embargo, la falta de financiación posterga, de momento, la segunda fase del proyecto que consistirá en la demolición del actual mercado y en la construcción de un nuevo edificio «más moderno, funcional y adaptado al siglo XXI», tal y como han reiterado desde el consistorio.

El alcalde de la ciudad, José Benlloch, indicó ayer que «no hay prisa» y que van a «explorar todas las posibilidades y las líneas de subvención de las diferentes administraciones ya que no se trata de realizar ningún convenio singular», dijo. En este sentido, el munícipe dejó claro que el consistorio «no puede asumir solo la infraestructura», que rondaría entre tres y cuatro millones de euros, y en cuanto al calendario de plazos, comentó que incluso podría transcurrir toda la legislatura sin dar inicio a las obras. «Se hará cuando estemos en condiciones y ahora no vamos a obsesionarnos con esto», aseveró. Lo que sí que aseguró es que el proyecto contará con la participación de la ciudadanía y que el futuro mercado se levantará desde la parte centro y hasta el fondo de la nueva glorieta.

También confirmó que durante este mandato se descubrirán las partes de la muralla medieval que se han hallado y se abrirá al público mediante algún sistema de acristalamiento que las proteja pero que permita que puedan ser contempladas. Los restos encontrados, que podrían datar del siglo XVIII, están, para «sorpresa» del alcalde, «bastante enteros y en buenas condiciones».

Una de las caras laterales de la iglesia Arciprestal es otro de los «bienes patrimoniales y de paisaje urbano recuperados», tal y como subrayó el edil de Territorio, Emilio Obiol. En esta línea de poner en valor el templo, declarado Bien de Interés Cultural en 2005, Benlloch también anunció que dentro de varias semanas se colocarán focos para iluminar toda la fachada de la iglesia que con la reciente actuación ha quedado al descubierto. Asimismo, Obiol se refirió a esta primera fase del proyecto de remodelación del Mercado Central como «un esponjamiento urbanístico en positivo llevado a cabo con un presupuesto posible y con la participación de los vecinos».

Cabe recordar que las obras, ejecutadas por la empresa de Castelló ADC, han supuesto cerca de 300.000 euros y comenzaron a partir de la segunda quincena de junio a petición de los propios comerciantes y vecinos de la zona para que los trabajos interfirieran lo menos posible sobre la campaña de ventas de Semana Santa o comuniones.