La plaza de toros de Castelló ha dejado de estar exenta del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles. El anterior equipo de gobierno requirió a finales del año pasado al coso taurino el abono de las cuotas de 2013 y 2014, que en total suman 31.217 euros, según el informe al que ha tenido acceso Levante de Castelló. Pierde esta posibilidad porque realiza actividades económicas, una circunstancia que le impide acogerse a las condiciones que incluye la ley de Haciendas Locales para librarse del IBI.
La exención del IBI en la plaza de toros se mantuvo durante décadas y se dio por finalizada en octubre de 2014 cuando se incluyó como nuevo contribuyente de este impuesto. No obstante, la obligación del pago se extiende hasta el recibo de 2013. En el citado escrito técnico, el ayuntamiento instaba al coso a aportar 15.716 euros por el IBI de 2013 y 15.501 por el de 2014. Esta cuota se corresponde al valor catastral, que asciende a los 2,4 millones de euros.
El inmueble es propiedad de un centenar de titulares. Fuentes del entorno apuntan que el cambio se produce al instalarse unos locales de la escuela taurina, lo que al parecer le otorga al lugar una finalidad económica.
La plaza estuvo años sin colaborar con el IBI de acuerdo con las exenciones de la citada norma de la Administración Local, que liberaba de esta obligación fiscal a aquellos lugares o conjuntos históricos con una antigüedad igual o superior a cincuenta años y que estén incluidos en un catálogo de protección, a excepción de los que se encuentran afectados por explotaciones económicas, como es el caso de la plaza de Pérez Galdós. Cuando estuvo si pagar se acogía a esta regularización. Asimismo, data de 1887, pero carece de la declaración de Bien de Interés Cultural, otra figura que exime del IBI.
Esquerra Unida advirtió en 2012 contra la excepcionalidad de la plaza de toros esgrimiendo que no tenía sentido perdonar el pago del IBI a una finca de titularidad privada y que realiza actividades que reportan un beneficio. El ayuntamiento se escudó en la legislación estatal, pero luego llevó a cabo una revisión de los inmuebles exentos del IBI y comprobó que el edificio taurino también ha de contribuir en el erario público a través de este gravamen.
El ayuntamiento ingresa de esta forma 15.000 euros al año, una cantidad que ahora se antoja más que importante, ya que a partir del próximo año dejará de percibir el IBI urbano en los solares que se han quedado sin construir y que no tienen ordenación pormenorizada.
Fines sociales
Cabe recordar que tampoco pagan el gravamen de la contribución los bienes que tienen una finalidad educativa, social y sanitaria, los espacios que forma parte del patrimonio histórico, además de los inmuebles de las Administraciones públicas.
