Los vecinos de Sorita vivieron ayer una de las jornadas festivas más relevantes de la localidad de cuantas aparecen señaladas en rojo en el calendario. El sábado previo al 8 de septiembre la localidad de Els Ports celebra la festividad de la Balma. Se trata de la visita que los vecinos realizan al ermitorio excavado en la roca sobre el río Bergantes.
La jornada se inició con la lectura de la Relació del Àngel en la plaza de la Iglesia. A continuación salió la procesión donde no faltaron las diferentes danzas y la imagen de la Virgen de La Balma.
Representación
Cuando la comitiva llegó al santuario de la Balma centenares de personas se dispusieron a asistir a la tradicional representación de la lucha entre el ángel y el demonio. Este año, entre otras curiosidades, cabe reseñar que el demonio y el ángel estuvieron representados por un padre y su hija. Enrique Guimerà y Mar Guimerà escenificaron la histórica lucha en la que un demonio, con su particular atuendo, trata de impedir el paso a la comitiva de vecinos y danzas.
Finalmente, como ocurre en estos casos, el ángel vence y permite el paso de todos los devotos hasta la Virgen de la Balma.
Una vez la numerosa comitiva llegó hasta la ermita, se celebró la misa que, un año más, reunió a centenares de vecinos tanto de Sorita como llegados desde otras localidades de toda la comarca e incluso de otros puntos de la provincia de Castelló. Y es que la Virgen de la Balma es objeto de devoción por parte de numerosas localidades tanto castellonenses como turolenses.
La representación del ángel y el demonio tiene su origen en los exorcismos que se realizaban en el lugar el día anterior a la celebración de la fiesta. Estos rituales se llevaban a cabo sobre deficientes psíquicos o mentales, que se decía, estaban poseídos por el demonio. Estos se aturdían ante el tumulto de gente que les gritaba, les cantaba los gozos y les tiraba monedas.
Con motivo de la fiesta de La Balma se recuperan las danzas tradicionales de Sorita. «Gitanetes», «llauradores» y «negrets» son algunas de ellas. Durante los días previos a las fiesta se ensayan los bailes, en los que participan niños, niñas y jóvenes. No falta la música del tambor y la dolçaina.