El obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha difundido una carta para pedir la colaboración de la comunidad cristiana y de la ciudadanía en general para atender a los refugiados. Por su parte, el Obispado ha mostrado su colaboración ofreciendo los inmuebles de la Iglesia para alojar a los desplazados y ha creado una comisión de ayuda específica. «Este fenómeno no nos puede dejar indiferentes», proseguía el prelado en su carta. En la causa participarán la diócesis, Caritas, el Secretariado Diocesano de Migraciones y congregaciones religiosas.