Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El feliz destino de perros y gatos abandonados

La protectora realiza una labor ingente, ya que sólo en la ciudad de Castelló se registra alrededor de un millar de animales abandonados al año

Aspac cuenta con treinta voluntarios, que se encargan de cuidar a los animales abandonados. La asociación también recoge gatos abandonados y enfermosDos de las voluntarias de Aspac atienden a un cachorro que espera ser adoptado.Las voluntarias de Aspac sacan a pasear a los perros de acogida.

Vida fue rescatada después de ser abandonada en una finca de La Barona, donde se encontraba enjaulada junto a otros cuatro perros sin agua y sin comida. Dos de ellos sirvieron de alimento a los demás y, finalmente, solo ella sobrevivió. Micky, que vivía atado con una cadena al cuello en una casa de Castelló, estuvo a punto de morir al ser atacado por otro perro del mismo dueño.

Jana pasó una larga temporada encerrada en un patio y cuando la policía la decomisó estaba literalmente en los huesos. Un vecino de Castelló, condenado recientemente, mantuvo a su can atado a la pata de una cama hasta que murió. Keny fue un bonito regalo a una familia que acabó cansándose de él y lo abandonó. Perros atropellados y cachorros en contenedores son hallados con frecuencia en toda la provincia.

Son sólo algunos ejemplos de los miles de casos de abandono y maltrato que a diario afrontan los voluntarios de la Asociación Protectora de Animales de Castelló (Aspac). La lamentable situación de los animales rescatados refleja la crueldad, en unos casos, y la negligencia, en otros, que muchas personas ejercen de manera sistemática e implacable sobre sus mascotas.

Consciente de ello, hace quince años Lorena Manrique puso en marcha Aspac, que se ha convertido en la protectora de referencia en Castelló. Actualmente, con unos treinta voluntarios, el colectivo hace todo lo que está en su mano para atender los casos de abandono y maltrato de los que tiene conocimiento. Sin embargo, son tantos, que no dan abasto. Así lo reconoce la vicepresidenta del colectivo, Felisa Salvador, quien asegura que en muchas ocasiones tienen que acabar derivando los rescates a otras asociaciones de la provincia.

Sólo en la ciudad de Castelló se producen en torno a un millar de abandonos de animales, fundamentalmente de perros. La protectora carece de un refugio para albergarlos, así que recurre a familias de acogida que, temporalmente, se hacen cargo de los animales hasta que encuentran un hogar definitivo. Curiosamente, la mayoría de los canes abandonados en Castelló acaban siendo adoptados en Alemania. «En ese país hay una mayor conciencia de protección animal y adoptan, incluso, a aquellos que están enfermos o son tan mayores que aquí nadie quiere», indica Salvador.

Gracias a la labor de Aspac, que rescata a los animales y denuncia en los tribunales el maltrato, historias tristes como las de Vida, Micky o Jana acaban con un final feliz.

Compartir el artículo

stats