Si algo ha recibido la afición albinegra en los últimos años, con frecuencia y desde los ámbitos más insospechados, es un catálogo de invitaciones para la rendición y el desánimo. Sin embargo, fue en la adversidad cuando se forjó en la ciudad un espíritu de lucha que perdura. Con todo en contra, en especial en el duro verano de 2012, la afición del Castellón decidió no rendirse, y de las semillas de la incertidumbre floreció una plataforma de amor desesperado. Salvemos al Castellón canalizó la preocupación y la inquietud del aficionado, que se movilizó cuando la desaparición asomó como posibilidad plausible. La historia continuó en otoño mirando hacia el futuro, cuando varios miembros de la plataforma se organizaron, y ahí siguen en la pelea. Desde entonces, Centenari Albinegre ha tratado de alimentar ese espíritu orellut, en una ciudad que ha interiorizado al viejo y maltratado Club Deportivo Castellón como uno de sus símbolos más queridos.

En estos intensos tres años, Centenari Albinegre ha dinamizado la rutina del aficionado del Castellón con diferentes actos. De votar el mejor gol de cada año a convocar un concurso musical. Ha honrado Historia y legado: desde el homenaje a Alanga a la ofrenda en Lledó, pasando por Batiste y Queralet. La suya ha sido una actividad didáctica. En 2013 organizó la exposición «Del blanco al albinegro», que repasó los más de noventa años de vida del club; en 2012 reunió en un coloquio a leyendas (Pérez, Planelles y Víctor) e historiadores de referencia (Conrado Marín y Miguel Ángel Serer); y en 2015 demostró poder de convocatoria: juntó a periodistas con protagonistas pasados (Clares, Luiche, Emilio) y actuales (Calderé), en una charla que debatió el peso del club como patrimonio de la ciudad. Los entonces candidatos y ahora alcaldesa y vicealcalde, Amparo Marco y Enric Nomdedéu, supieron que debían estar presentes.