La iniciativa de Renfe de fletar autobuses lanzadera para paliar la reducción de los trenes de cercanías ha tenido un impacto más que discreto. Al menos en el primer día de puesta en marcha del servicio, ya que fueron muy pocos los usuarios que utilizaron el medio de transporte por carretera para el trayecto entre Valencia y Castelló.

Las obras en el corredor mediterráneo han obligado a Renfe reducir la oferta y modificar los horarios de los trenes de cercanías y media distancia que circulan entre Valencia y Castelló. De manera general, la frecuencia de paso actual es de una hora, cuando habitualmente los cercanías circulaban cada media hora. Los usuarios se quejan de la merma del servicio y de la falta de información.

Para paliar la situación, Renfe ha programado un servicio especial de autobuses lanzadera desde València Nord y València Cabanyal hasta Castelló para completar la oferta de trenes durante la primera hora del servicio de cercanías. Ayer entró en marcha, con poco seguimiento por parte de los usuarios. De los cinco autobuses habilitados, sólo dos registraron pasajeros, tanto a la ida como a la vuelta. Tres vehículos hicieron la ruta vacíos.

Los autobuses lanzadera unen las dos capitales con una única parada intermedia en Sagunt, de ahí que no puedan utilizarlo los usuarios del resto de municipios por donde discurre la línea de cercanías. Además, realizan un único trayecto de ida a las 7 de la mañana y regresan de Castelló a las 14.20 horas.

La imagen de los autobuses vacíos contrasta con la de los trenes, que registran una gran afluencia al haberse reducido las frecuencias. Por ello, circulan en doble composición, con más de mil plazas por convoy.

Los usuarios se quejan de la reducción de la oferta y de que no se cumplen los nuevos horarios. De hecho, en las estaciones de paso se informa de que los trenes pueden sufrir demoras como consecuencia de las obras de implantación del ancho europeo en el corredor ferroviario. Los trabajos también han mermado las conexiones por tren de Castelló con Barcelona y Madrid al suprimir servicios.

El Consell ha manifestado su malestar al no haber sido informado por el Ministerio de Fomento del impacto que iban a tener las obras del corredor en los usuarios.