El consumo intensivo y continuado de alcohol en jóvenes universitarios podría inducir al deterioro de la actividad neuronal relacionada con el proceso de inhibición de los impulsos, según asegura el estudio que presentó ayer en el Congreso para la Investigación Biomédica del Alcoholismo el doctor en neurociencia de la Universidad de Santiago de Compostela, Eduardo López Caneda. La investigación incide en los efectos neurocognitivos del conocido como «big drinking» o consumo intensivo del alcohol en jóvenes de entre 18 y 25 años. Se entiende como consumo intensivo el de cinco bebidas en el caso de los hombres y 4 en el de las mujeres, en un intervalo de dos horas. «Conforme más bebemos, menos controlamos y eso puede hacer un efecto de pescadilla que se muerde la cola o de efecto de bola de nieve que hace que ese consumo se perpetúe en el tiempo», agregó. efe valencia