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Benicàssim dejará de ingresar 1 millón de euros por los terrenos que pasan a pagar IBI rústico

La aplicación de la nueva ley del Gobierno Central afecta al suelo programado como urbanizable pero que está sin desarrollar

Benicàssim dejará de ingresar 1 millón de euros por los terrenos que pasan a pagar IBI rústico

La aplicación de la ley hipotecaria y de catastro inmobiliario 13/2015, que establece que los sectores urbanizables no desarrollados pasarán a pagar el IBI como terrenos rústicos, supondrá para el Ayuntamiento de Benicàssim dejar de ingresar alrededor de un millón de euros el próximo año.

La alcaldesa, Susana Marqués, y técnicos municipales se reunieron ayer con responsables provinciales de la Oficina del Catastro para conocer las medidas que se van a tomar y con el objetivo de que Benicàssim sea uno de los primeros municipios en verse beneficiado con la reducción de tributación del suelo urbanizable. «Queremos que nuestros ciudadanos puedan beneficiarse cuanto antes de esta medida que permitirá reducir los pagos de impuestos y que las familias puedan disponer de más liquidez para su día a día», indicó ayer Marqués.

En el pleno del pasado mes de julio, todos los grupos políticos municipales aprobaron una declaración institucional por la que pedían esta revisión catastral. Como explicó entonces la alcaldesa, el objetivo de la declaración era el de «reivindicar unos valores que se ajusten a la realidad del mercado atendiendo a una de las principales demandas de los ciudadanos durante estos últimos años».

A falta de establecer las diferentes tipologías de los suelos urbanizables de Benicàssim y cómo se quedarán sus tributaciones a partir de la aplicación de la ley, la intervención municipal ya ha hecho una valoración estimada de que el proceso supondrá «un ahorro para los propietarios de estos suelos de más de un 1 millón de euros».

«Sabemos que es una reducción de ingresos para el ayuntamiento de ese millón de euros, pero estamos muy satisfechos de que esa reducción sea para beneficio de las familias y no por la bajada de la actividad, como ha sucedido años atrás por la crisis», añadió la primer edil, quien dijo ser consciente de que el equipo de gobierno debe trabajar en elaborar unos presupuestos asumiendo esa reducción de ingresos.

«Ahora lo que tenemos que trabajar es para elaborar un presupuesto que, asumiendo esa reducción de ingresos nos permita gestionar nuestra ciudad sin perder ni un solo servicio, que nos permita no incrementar los impuestos municipales y que nos permita destinar más recursos para el bienestar de las personas».

«En cuanto todo esto se quede completamente determinado realizaremos una campaña informativa para que los propietarios sepan de primera mano cómo les va a beneficiar esta reducción de impuestos impulsada por el Gobierno», finalizó Marqués.

Revisión de 2006

En el año 2006 se llevó a cabo en Benicàssim la aprobación de la ponencia de valores del impuesto de Bienes Inmuebles y que comenzó a aplicarse en el 2007. Desde entonces, los vecinos han mostrado un gran descontento por el alto precio de IBI que han tenido que pagar ya que el recibo del catastro ha ido subiendo de forma gradual año tras año. El único mecanismo que tenía el ayuntamiento para mitigar un poco esa subida era con la reducción del tipo impositivo del gravamen. Ahora, pasados diez años, el consistorio ya puede solicitar una nueva revisión catastral.

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