Amparo Marco dejó claro nada más tomar la vara de mando del Ayuntamiento de Castelló que quería seguir pulsando el día da día de la ciudad y no encerrarse en el despacho de la alcaldía. Su intención no era otra que seguir cerca de los ciudadanos y de todo lo que se cuece en la calle. Son muchos los que igual no entienden que Marco haya decidido mantener su puesto como profesora en la Universitat Jaume I que, aunque de manera esporádica, le absorberá pare de su tiempo como máxima representante municipal, pero lo cierto es que la alcaldesa de Castellón volvió ayer a las aulas para dar clase a sus alumnos.
La Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universitat Jaume I fue el escenario en el que se pudo volver a ver a la Marco profesora, lugar donde este curso 2015-16 mantiene la docencia a tiempo parcial como profesora titular en el Grado en Finanzas y Contabilidad, una actividad que se apresuran a destacar desde el ayuntamiento que es compatible con su cargo institucional.
Marco, según explicaron ayer desde el consistorio, compatibiliza así la vida pública con la vida profesional «porque creo que es importante mantener el contacto con la vida profesional para no perder de vista que la política no es para toda la vida y debe primar la vocación de servicio público».
«En eso la política se parece a la docencia», destacó la alcaldesa, quien añadió la importancia de mantener su puesto en la UJI «para reforzar mi vínculo con la sociedad, cumplir mi compromiso con los alumnos y no perder el contacto con la docencia universitaria, mi otra gran vocación junto a la política».
Cambio de estilo
La decisión de Amparo Marco de mantener en parte su actividad docente se suma a «otras medidas que ha implantado el Gobierno Municipal para modificar la forma de hacer política en la capital de la Plana, priorizando la transparencia, la austeridad, la responsabilidad y el trabajo», señalaron ayer desde el ayuntamiento por medio de un comunicado.
En este sentido, hay que recordar que la alcaldesa se ha rebajado un 30 % el sueldo con respecto al anterior alcalde, al igual que el resto del equipo de gobierno; ha reducido el número de asesores y su remuneración; ha prescindido de todos los escoltas, que han vuelto a ocupar sus puestos en la Policía Local y ha rechazado algunos privilegios como las tarjetas de autopista o las entradas a espectáculos y eventos deportivos que se cedían al gobierno local. Asimismo, se han reducido de cinco a uno los coches oficiales, lo que supone un ahorro de más de 20.000 euros al año, apuntan las mismas fuentes.
