El caballo que el pasado sábado fue corneado en la sexta Entrada de Toros y Caballos, «Favorito LXXXVIII», ha sido finalmente sacrificado tras comprobar que no podría recuperarse completamente de la herida. La rotura de la uretra ha sido determinante a la hora de tomar esta decisión ya que su reconstrucción, como explicó el propio veterinario que en su día lo atendió, José María Velilla, «es muy difícil, prácticamente imposible, que quede bien y, además sufriría incontinencia toda su vida».

En este sentido, su propietario, Plácido Mínguez, tomó la decisión de sacrificarlo siguiendo el consejo del experto que ha tenido en cuenta también la avanzada edad del equino y las condiciones de vida en las que Favorito quedaría tras el incidente además del sufrimiento que podría suponer para el animal.

Desde el Ayuntamiento de Segorbe mandaron ayer un comunicado explicando que «en contra del primer pronóstico», el animal «sufrió una evolución desfavorable en los últimos días. La cornada recibida, aparte del daño muscular causado, también afectó a la uretra, lo que ha hecho imposible la recuperación y lo incapacitaba además para su labor de semental».

Asimismo, apuntaron, «ningún informe veterinario ofrecía garantías de curación, lo cual ha sido decisivo para el propietario y determinar no someter al caballo a cirugía o cualquier tipo de tratamiento que implicase someterlo a pruebas diagnósticas invasivas». «Favorito», con 16 años, era uno de los equinos decanos que participaban en las emblemáticas Entradas de Toros. La primera en la que tomó parte fue en la de 2004.

Por su parte, el propietario colocó en su perfil de Facebook una sentida y cariñosa despedida al equino dándole las gracias por haberle podido montar: «Qué suerte la mía haberte podido montar, Gracias FAVORITO LXXXVIII, gracias y lo siento», escribía Mínguez ayer en un post en el que anunciaba que en «el cielo de los caballos un nuevo relincho ha roto el silencio del alba».

Tal y como explicó a Levante de Castelló el veterinario que atendió al caballo en el momento de la cogida, la cornada registrada en la sexta entrada segorbinas fue la segunda más grave con la que se había topado desde que atendía la cita.

El equino recibió la cornada en el cuarto trasero izquierdo, en la plaza de los Mesones, a la salida de los toros del Argén. La cornada de unos 40 centímetros perforó la uretra y llegó hasta el hueso coxal.