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La madre de las venganzas

De Cuesta a Pino pasando por Ximo: El Borriol de los exiliados genera una crisis en el Castellón

Tardó poco en verse: la motivación del Borriol, un bloque de impecable actitud el miércoles, superaba en mucho a la del disperso Castellón. El Palmar presenció la madre de todas las venganzas, un 4-0 que tardará en olvidarse. Los hijos de la cantera albinegra generaron una crisis de impredecibles consecuencias en el Castellón. La derrota no solo deja a los de Castalia a ocho puntos del líderato, también cuestiona el actual modelo mercantilista del club albinegro.

Víctor Pino lideró la revuelta. Es del Grau, se formó en el Castellón y tras marcar 50 goles en su último año de cadete pasó al Villarreal. Volvió aún en edad juvenil y colaboró en la sufrida permanencia. En la campaña pasada marcó goles que valieron puntos vitales en la remontada del equipo. Fue perdiendo protagonismo a medida que avanzó el curso. El entrenador no contó con él a final de temporada. La intención del club de renovarlo para cederlo no prosperó. Tras pasar por el Olímpic de Xàtiva, compite para el Borriol. El único delantero que Calderé no usó en la promoción tardó tres minutos en marcarle al Castellón. Luego marcó otro. Es pichichi del grupo VI de Tercera División.

Si Pino marcó dos goles, Colomer dio dos asistencias. David Colomer es de Almassora y fue uno de los juveniles que brillaron con Jorge Peris en División de Honor. De todos ellos solo sobrevive en Castalia Charlie Meseguer, como un náufrago. Colo se marchó al Levante con el habitual pleito entre sus representantes y el presidente. A la hora de buscar nuevo destino, pasó por el Acero antes de recalar en el Borriol. El miércoles hizo lo que sabe: jugar a fútbol de maravilla.

En la medular asombró el despliegue de Ximo Ballesteros. Desde el físico, devoró a veteranos como Selvas o Juanra en duelos directos. Ximo es de Castelló y se fue del Castellón harto de esperar oportunidades. Se lesionó de la rodilla y entró en la espiral: como no tenía ritmo, no jugaba; como no jugaba, no tenía ritmo. Cuando entendió que en realidad el club no confiaba en él, emprendió una salida muy parecida a la reciente de Borja Quirant, el último en emprender el viaje. Quirant es de la Vall d'Uixó y también se lesionó de la rodilla, pero ya en la parte final de la pasada campaña superaba en los entrenamientos a varios compañeros. Destacó su forma física en la pretemporada, pero el trabajo le sirvió de poco. A Quirant, que cobraba unos 200 euros al mes, el presidente le exigió los 140 euros de la baja. El miércoles prolongó el estado de hambre del Borriol, saliendo como suplente.

Del campo al banquillo

Pino, Colo, Ximo y Quirant. Hay más. Casi tantos como uno quiera. El lateral Ramón Pallarés y el ariete Héctor Zaragoza lograron el ascenso a Tercera del filial, en 2005, con Pedro Fernández Cuesta de entrenador. El primero se ofreció este verano a Ramón Moya, sin éxito. El segundo, que marcó el 3-0, nunca debutó en el primer equipo, pese a sus peculiares y útiles características. El tercero fue destituido tras meter en play-off al Castellón en la campaña 2012-13. Cruz, que suele señalar la cantera como pilar básico de su proyecto, también limpió entonces al secretario técnico, Pepe Heredia, que vio el derbi desde la grada.

Por si faltaba algo, el domingo llega otro ex. A las 18.00 horas en Castalia: Marc Trilles con el Saguntino.

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