Las fiestas en honor a la Mare de Déu de l'Ermitana acaban este fin de semana con la espectacularidad de los desfiles de Moros y Cristianos en la entrada y salida de la fortaleza amurallada del casco antiguo de la ciudad. Con las marchas moras y cristianas interpretadas por las bandas de música de la provincia, Peñíscola pone el broche de oro con estos coloridos desfiles a unas fiestas patronales intensas, con cientos de actos y una amplísima participación por parte de propios y foráneos que han llenado esta ultima semana la ciudad.

Banískula será hoy tomada por los moros. Dejará de ser aquel castillo inexpugnable con la entrada de las tropas sarracenas. Pero durará poco ya que, como marca la historia, mañana domingo abandonarán el recinto por el Portal Fosc, tras un período histórico en el que surgieron de sus murallas personajes históricos clave como Mohammed ibn Ahmed ibn Saad ibn Mardanisch, el rey Lobo de medio Al-Andalus suroriental. Hasta la localidad acudirán vecinos de toda la comarca para contemplar este episodio histórico, así como de otras provincias limítrofes como Teruel, Tarragona o Valencia. Las bandas de música de varias localidades del Maestrat cambiarán por unos días de repertorio para interpretar combativas y potentes marchas que acompañarán a las escuadras de la Associació Cultural de Moros i Cristians que este año rendirán un homenaje a Jordi Pau, alma máter de la fiesta y cargo de esta entidad que falleció recientemente.

Hoy domingo las fiestas acabarán con el segundo desfile desde la ciudad antigua, con los representantes de ambas religiones saliendo del casco antiguo por el portal Fosc, pasando por la plaza de Bous, la Avenida del Mar y de Espanya para acabar en la plaza Constitución con la interpretación del himno valenciano.

Al acabar un castillo de fuegos artificiales en la playa Sur pondrá el punto y final a nueve días de fiesta en honor a la Mare de Déu de l'Ermitana.