El Real Celta, con una primera parte primorosa que cerró con un 0-2, confirmó su gran arranque de temporada, en la que ya suma diez puntos. Además, l 1-2 con el que acabó el partido abrió definitivamente la crisis en el Sevilla, que aún no sabe lo que es ganar en la Liga BBVA. Al equipo gallego le tocó sufrir en la segunda parte cuando el conjunto local pronto acortó distancias por mediación de Fernando Llorente, pero lo hizo con criterio ante un Sevilla que quiso pero nunca encontró las ideas claras, por lo que se queda con solo dos puntos en la zona baja de la tabla.

La superioridad del Celta en el centro del campo fue total y peligrosas sus continuas incursiones sobre el área local en la primera mitad, lo que se tradujo en el 0-1 al cuarto de hora de choque, en una jugada en la que Manuel Agudo Nolito demostró su clase y buen remate.

El gol no hizo más que acrecentar la seguridad en su juego del cuadro gallego y las imprecisiones de los andaluces, desbordados por el rival y sin encontrar un patrón de fútbol con el que, al menos, equilibrar la contienda. El 0-2 llegó a los veinticinco minutos, obra del centrocampista Daniel Wass, que corrió con sentido por todos los lados, y evidenció las muchas carencias defensivas del equipo hispalense, que acumulaba hasta cinco bajas en la zaga, además del habitual portero titular, el portugués Antonio Alberto Bastos Beto.

A esta circunstancia se sumó la lesión a la media hora de uno de los destacados en este arranque de la temporada, el extremo Víctor Machín Vitolo, quien fue sustituido por el danés Michael Krohn-Dehli, céltico las tres últimas campañas.

El conjunto del argentino Eduardo Toto Berizzo fue un vendaval de buen juego, bien situado en la defensa, fuerte y con presión en el centro del campo y rápido en sus acciones ofensivas, por lo que la situación estaba más para que llegara el tercero visitante que para la reacción sevillista. Lo mejor que le pudo suceder al Sevilla fue irse al descanso con el 0-2, pues la desorientación fue total en la primera parte ante un adversario netamente superior.

En la segunda mitad salió desde el inicio Fernando Llorente por Banega para buscar algo de mordiente en la delantera y ahora el conjunto local tuvo mas tiempo el balón, hasta el punto de que fue el propio punta riojano el que, de cabeza, puso el 1-2 a los nueve minutos de la reanudación y abrió el choque con su primer gol como sevillista, pero el empate no se materializó.