Los vecinos de la carretera de Borriol, el grupo Roser y las calles adyacentes llevan décadas sufriendo los malos olores generados por una fábrica de piensos y harinas animales ubicada en el barrio. Así lo asegura el presidente de la asociación vecinal, Pascual Barreda, quien destaca que durante años han denunciado esta situación ante el Ayuntamiento de Castelló sin que se haya puesto solución.
«Siempre ha habido quejas, pero nunca han llegado a buen puerto», declara el portavoz vecinal. El problema de los malos olores también afecta al Hospital de la Magdalena y a la Universitat Jaume I, pero «nunca se ha hecho un frente común para denunciarlo», explica Barreda, quien sostiene que «hace tanto tiempo que los vecinos conviven con este problema que ya se han acostumbrado».
Barranco del Sol
Otro de los inconvenientes que sufre el barrio es la suciedad del barranco del Sol. El presidente de la Asociación de Vecinos de la Carretera de Borriol, el Grupo Roser y Adyacentes, Pascual Barreda, urge a la Confederación Hidrográfica del Júcar a acometer la limpieza del cauce para evitar problemas cuando llueve.
«Hay un cruce por el que discurre el barranco, entre el camino Collet y la cuadra Segunda, que siempre se acaba cortando al tráfico cuando se registran fuertes lluvias», asegura el portavoz vecinal.«Se acumulan restos de piedras y vegetación y tienen que venir a retirarlos para que los vehículos puedan pasar», detalla.
Además de las molestias que genera la falta de limpieza en el barranco, «da muy mala imagen el cauce sucio», según Barreda, quien trasladó esta preocupación al Ayuntamiento de Castelló la semana pasada en un encuentro con representantes municipales.
La asociación aprovechó la reunión para pedir también la instalación de algunos bancos y la plantación de más árboles en varios puntos del barrio. Según el representante vecinal de esta zona de la ciudad, el consistorio se ha comprometido con el colectivo a tomar las medidas oportunas para paliar los problemas que sufre el barrio.
