El portavoz de Economía del PSOE en el Senado y expresidente de la Generalitat, Joan Lerma, aseguró en la Comisión de Presupuestos tras la comparecencia del Gobernador del Banco de España, Luís María Linde, que las elecciones autonómicas catalanas del próximo domingo «efectivamente, no son unas elecciones autonómicas normales.

Son unas elecciones que han sido anticipadas reiteradamente y que suponen, por tanto, el fracaso reconocido del Gobierno de la Generalitat». Linde había asegurado que Cataluña podría sufrir un «corralito», una restricción de la libre disposición de dinero en efectivo, de plazos fijos y cuentas corrientes impuestas por el Estado si Cataluña se independiza.

Lerma reconoció que «para Cataluña y España, la situación actual es mala y puede influir negativamente en las finanzas de nuestro país» y lamentó que «ni los miembros de la Generalitat ni los que defienden la independencia de Catalunya se han preocupado por aclarar al electorado la situación» social y económica que provocaría la escisión de Cataluña.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, consideró en un acto con empresarios el pasado miércoles que espera que la Comunitat Valenciana «esté presente en todos los debates que se produzcan en España», en referencia a Cataluña, porque si no los valencianos «funcionarán siendo irrelevantes».

«No podemos hacernos trampas al solitario», añadió Puig, ya que afirmó que Cataluña es el principal socio comercial de la Comunitat Valenciana en España. «Nos importa y nos concierne», apostó. El presidente apostó por el diálogo tras las elecciones catalanas del domingo y por trabajar desde la responsabilidad y «decir claramente la verdad», y afirmó que «ayudará a construir puentes» y no a «dinamitarlos».