El Castellón cayó en Alzira, 2-1, y seguramente no mereció tanto castigo. Sin embargo, la clasificación habla de urgencias para los albinegros. El equipo de Calderé acumula cinco jornadas sin ganar y no levanta cabeza. El liderato se aleja a diez puntos. Ayer en el Luis Suñer, el Alzira se adelantó por mediación de Mauro y el Castellón tuvo que ir siempre a remolque. En el segundo acto, un polémico penalti sirvió para que Grande ampliara la ventaja, y el gol postrero de Lolo, que redujo distancias, no sirvió para evitar otro tropiezo.

De entrada, Ramón María Calderé volvió a dejar en el banquillo a Rubén Suárez. Fue Lolo quien ocupó la media punta, en la escolta del ariete Antonio, que debutó como albinegro. El resto de líneas presentaron novedades. Jordi Marenyà, superados los problemas físicos, acompañó a Marc Castells en la medular, con Pruden y Carrillo en los costados. En la zaga, volvió Escudero al once, una vez cumplida la sanción, y el damnificado fue el capitán Guille Vázquez, con Álvaro Gómez manteniendo la titularidad. El zurdo Alberto Ramos fue el lateral izquierdo, como se esperaba, y Juanra el derecho.

No empezó mal el Castellón, protagonista de dos primeros acercamientos del encuentro. Uno con un cabezazo de Pruden tras centro de Marenyà, que exigió la respuesta del arquero Flor, y otro con un disparo alto de Antonio tras una buena maniobra del andaluz Lolo.

Sin embargo, a partir del primer cuarto de hora, el Alzira empezó a asomar en ataque. Avisó David Grande sin acierto, y no perdonó Mauro, justo en el ecuador del primer acto, aprovechando una buena jugada por la derecha para batir a Álvaro por bajo.

El 1-0 devolvió el dominio territorial al Castellón, frente a un Alzira que se perfiló para cazar contragolpes. Carrillo probó fortuna tras una jugada de Marenyà, y López replicó enseguida con un tiro desde la frontal. En el intercambio de golpes, siguió asomando el Castellón. El larguero negó el gol de Lolo en el 38, y un defensa salvó la estocada siguiente de Antonio. Apretaban los albinegros en la fase final del primer acto. Pruden tuvo otra, con chut de diestra que se marchó por poco. Sin acierto, con 1-0 se llegó al descanso.

El segundo tiempo comenzó con susto para los visitantes. Un tiro mordido de Abel fue al poste. Calderé no tardó en mover el banquillo y realizar sustituciones. Entró al césped Juanjo Clausí por Alberto Ramos, y Pruden retrasó su posición al lateral. Con media hora por delante, sentó a Carrillo y dio cuerda al asturiano Rubén Suárez.

El Castellón atacó y atacó, a menudo con escasa claridad, a medida que avanzaron los minutos. Tornero entró por Marenyà para reforzar el vértigo ofensivo. Sin embargo, costó que llegaran las ocasiones de gol. Por parte local, el recién incorporado Gisbert probó al meta Álvaro. En la contra de un córner, Flor evitó el gol de Pruden, en la más clara de los albinegros en muchos minutos. En el brete, el árbitro señaló un penalti polémico. Los albinegros pidieron falta previa a Escudero. Grande, a once minutos del final, batió a Álvaro desde los once metros.

Los albinegros, pese a todo, no se rindieron. Clausí botó un córner en el 86, y Lolo cazó el rechace de Flor tras el remate de Escudero, y abrió una rendija a la esperanza. Enrabietado, el Castellón se volcó en busca de un segundo tanto. El partido se abrió. El Alzira pudo sentenciar con un disparo de Grande, tras error de Álvaro Gómez. Replicó el ariete Antonio con un testarazo que no halló portería, ya en el tiempo de prolongación. Fue la última, no hubo más. El Alzira agravó la crisis del Castellón.