El gran momento que vive el Villarreal en este inicio de Liga contrasta con el mal arranque en la Fase de Grupos de la Liga Europa. Los amarillos perdieron el primer encuentro en casa del Rapid de Viena lo que les coloca terceros en la clasificación sin puntos. Precisamente este jueves llega a El Madrigal el líder del Grupo E, el Viktoria Plzen.

Tras este tropiezo en el primer choque de la liguilla, a los amarillos no les vale otra cosa que no sea ganar a los checos para poder al menos empatarles a puntos y no ir siempre a remolque.

Sin embargo, son muchos los peligros que entraña este choque además del propio rival. Por una parte, la euforia vivida por ser líderes de Primera puede desviar la atención sobre un encuentro vital como el del jueves. A eso se une el cansancio tras el gran desgaste físico realizado esta última semana donde los amarillos se han medido en siete días a Athletic de Bilbao, Málaga y Atlético de Madrid, rivales que les han llevado al límite físicamente.

Como resultado, las lesiones muculares de sus futbolistas que afectan sobre todo a la parte ofensiva. Tras poder recuperar a Roberto Soldado ante el Atlético, fue Leo Baptistoa el que tuvo que pedir el cambio en el descanso.

Al parecer solo sufre una sobrecarga tras jugar tantos minutos seguidos -ha sido el único delantero disponible en los últimos cuatro enfrentamientos-, y Marcelino confía en poder recuperarlo para el partido ante el conjunto checo, ya que Bakambu, con un esguince estará fuera al menos tres o cuatro semanas mas, y Adrián no tiene fecha de alta.