El Ayuntamiento de Castelló solicitará al Consell que revise la ley de contaminación acústica para intentar salvar el modelo tradicional de las tascas, cuya continuidad está en peligro por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que invalida la ordenanza municipal que lo regula por estar en vigor la Zona Acústicamente Saturada
El vicealcalde, Enric Nomdedéu, admitió ayer que la solución más plausible para garantizar la singularidad de las tascas pasa por reducir los niveles de ruido de la zona. El ejecutivo local considera con pocas posibilidades de éxito un recurso de casación al Tribunal Supremo, aunque medita presentarlo para retrasar la sentencia en firme y ganar tiempo para acabar antes con la contaminación acústica.
Para ello, aparte de analizar nuevas medidas que frenen el ruido, el equipo de gobierno municipal quiere pedir al Consell un cambio en los horarios que contempla la ley autonómica de Contaminación Acústica. La normativa recoge dos periodos de valoración: día y noche, el primero se prolonga de 08.00 a 22.00 horas con 65 decibelios de límite, mientras el nivel del segundo, de 22.00 a 08.00, baja a los 55 db. El problema radica, según Nomdedéu, en que la norma valenciana inicia el horario nocturno a las 22.00 horas mientras el resto de España lo hace las 23.00. Si se elevara a las 23.00 horas, las tascas tendrían más posibilidades de adaptarse a la ley, ya que su horario actual de venta de alcohol en la calle finaliza a las 23.00 y la mayor aglomeración de gente se da desde las ocho a las diez de la noche.
Las mediciones realizadas en 2013 arrojaron 78 decibelios. Con el horario nocturno, que empieza a las 22.00 horas, superaban en 23 los decibelios permitidos, de ahí que esté en marcha la ZAS (se declara cuando supera el mínimo en 20db). Con el periodo de día, los 78 decibelios están dentro de la legalidad, pues la ZAS se declara cuando se supera en 20 db el nivel marcado. Esta ordenación se mantendrá al menos un año. Nomdedéu apuntó que tiene que pasar un año con índices sonoros por debajo del umbral para retirar la ZAS.
El vicealcalde reiteró que la Administración está obligada a velar por los derechos fundamentales, pero recordó que la sentencia señala que las tascas no los lesiona y que no acredita la residencia en la zona de los denunciantes. «Si los vecinos vivieran en el primer piso de las tascas estaríamos con ellos, pero no es así, hay intereses económicos particulares, uno tiene un aparcamiento, otro se queja de que no puede alquilar un piso y otro quiere cerrar una tasca porque tiene una renta antigua», señaló.
Venta hasta las 22 horas
Las tascas podrán continuar igual hasta que se confirme la sentencia del TSJ pero de forma inmediata han de reducir su horario de venta al exterior a las 22.00 horas por otro contencioso que es firme.
