El Servertte suizo dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria de la UEFA Youth League, de la Liga de Campeones juveniles, ayer en Mini Estadi. El representante vila-realense, con un equipo de circunstancias, siempre fue a remolque. Su rival, mucho más hecho, presumió de llegada, pegada y definición. El juego bonito, pero poco efectivo, fue el que desplegó la escuadra amarilla que tendrá que apelar a la épica para remontar el día 21 de octubre en el Stade de Genève, a las 14.00 horas.

A los dos equipos les costó entrar en juego. Los primeros minutos fueron de tanteo y poco a poco se fueron entonando. Los amarillos, al ritmo de Iván Orts 'Cassano' y de Ramiro Guerra, en el centro del campo, y con los animosos Mukwelle Akale y Simón Moreno en las bandas, empezaron a darle criterio al juego del conjunto de Javi Calleja. Los suizos, al contraataque, intentaron poner en aprietos al arquero roqueteño Carlos Luque, inédito hasta el fatídico minuto 43 cuando vio batida su portería.

Una falta botada por Akale (min. 18) fue el primer aviso. El segundo llegó tras un 'jugadón' espectacular del propio Akale por banda derecha que acabó con un gran centro al segundo palo que fue cabeceado por Darío Poveda a un palmo del poste. Pero contra pronóstico, en el minuto 43 El Servette se adelantó en el marcador. Guillemenot Jeremy se adelantó al portero, le recortó y envió a la red. Con el 0-1 llegó el descanso.

Y movida fue la reanudació. En el minuto 47 empató Simón tras un desbarajuste de la defensa suiza, pero es que un minuto después Caslei Bruno le devolvió la ventaja a los visitantes, y en el 50 Guillemenot Jeremy volvió a mojar y el 1-3 fue fatal de necesidad para los intereses del juvenil del Villarreal. En el 92 una falta lateral fue cabeceada a la red por el central Arnau Vega para situar un ajustado 2-3 en el marcador del Mini.