La lluvia no pudo ayer con la cacerolada que la plataforma No a la Antena de Altura celebró de manera conjunta con el municipio barcelonés de Cerdanyola del Vallés, con el fin de protestar contra la ubicación de una antena de telefonía móvil en una azotea de una casa particular en pleno casco urbano. Y es que, a pesar de que desde el pasado agosto Altura lleva celebrando cada viernes caceroladas, la de ayer se convirtió en «especial» por el hecho de haberla organizado de manera simultánea con otro de los municipios que está luchando por la misma causa. «Ellos están también en la plaza del ayuntamiento haciendo una cacerolada», Desde la plataforma urgieron ayer a la compañía para que dé una respuesta a las propuestas que el pasado 14 de septiembre el ayuntamiento ofreció con el fin de sacar del núcleo urbano la instalación.