El anterior presidente del puerto de Castelló, Juan José Monzonís, anunció a finales de 2014 que el inicio de las obras de la conexión ferroviaria interna era inminente. «No están redactados ni los proyectos», afirmó ayer Francisco Toledo.

El sustituto de Monzonís confía en poder licitar este enlace, que unirá las dársenas sur y norte, a finales de 2016. El factor que explica el retraso en las nuevas inversiones estriba en la abultada deuda del puerto, desveló Toledo. Según señaló, al cierre de 2014 se situó en los 80 millones de euros, lo que supone el tripe del presupuesto anual de 22 millones de euros.Este endeudamiento lo asumió el puerto en las obras de ampliación de la dársena sur, por las que aportó 120 millones del montante global de 540 (el resto fue la iniciativa privada), señaló Toledo, que lamentó que PortCastelló solicitara créditos con altos intereses a entidades bancarias en vez de acudir a fondos Feder o a préstamos del Banco Europeo de Inversiones, «como hicieron otros puertos». Agregó que los dos préstamos firmados tienen intereses de un 3,5 % y un 4,3 % respectivamente con un plazo de devolución de sólo 10 años. Esta deuda, admitió Toledo, condiciona las inversiones y frena «la competitividad».

El enlace interior, continuó Toledo, se dividirá en dos fases, la primera tiene un coste de 6,5 millones e incluye también una estación ferroviaria, mientras la segunda asciende a los 17 millones. Con la primera, el presidente del puerto espera contar con recursos propios y para la segunda acudirá, dijo, al BEI o fondos Feder.

Respecto al acceso ferroviario al puerto, Toledo reiteró que en 2016 el Ministerio de Fomento ha consignado 1,6 millones para licitar el proyecto constructivo. En los dos años siguientes se harían las obras, siempre que se consiga financiación, sostuvo.