El Mini Estadi se está convirtiendo en un fortín. El Villarreal B se encuentra a gusto en él y no hay rival que le tosa. El equipo de Paco López, en uno de los partidos más completos de esta temporada, se impuso a uno de los mejores equipos del grupo III de Segunda B, el Lleida Esportiu. Trabajando incansablemente, los amarillos le fueron comiendo terreno a su rival que en el último suspiro del primer tiempo logró adelantarse en el marcador. A base de garra, entrega, pundonor y de no ponerse nervioso, la escuadra grogueta acabó revertiendo el luminoso con las dianas de Carlos Martínez, Anton Shvets, Pablo Larrea, Fran Sol y Franco Acosta. Jugadas muy bellas y dianas espectaculares. Fue una segunda parte de ensueño.

Con 0-1 terminó una primera parte con mucha intensidad y mucha entrega por parte de los dos contendientes. Cuanto todo parecía decidido para llegar con el 0-0, un desliz de la zaga habilitó a Manu, que no perdonó ante el portero Aitor Fernández.

En el arranque del segundo tiempo el Lleida Esportiu se agazapó atrás. Le dio el balón a la escuadra vila-realense, para intentar una contra mortífera para sentenciar. No fue así. Paco López se la jugó con Franco Acosta. El uruguayo fue determinante. Y de sus botas nació el empate. Él controló un balón en el exterior del área visitante, se la entregó a Carlos Martínez y éste, con suma frialdad, puso la igualada. 1-1 y partido nuevo. El filial se volcó y se volcó. Y fruto de este del buen trabajo llegaría el segundo gol, firmado por el ruso Anton Shvets, que peinó a la red un saque de esquina de Leo Suárez.

A partir de ahí le entraron las prisas al Lleida. Y lo que llegó fue el 3-1. Franco Acosta le envió el cuero a Fran Sol y éste no tuvo reparos en perforar la portería de Iván Crespo. Y en el 83 Pablo Larrea, tras una gran acción de Leo Suárez, fusiló al arquero visitante. El broche final quedó a cargo de Franco Acosta, que completó su gran actuación tras dejada de Larrea. 5-1 y pocos comentarios más tras la exhibición.