La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, junto con la alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, visitaron ayer la zona afectada por el último temporal en la playa de la localidad con graves consecuencias. La consellera lamentó que «el gobierno de España no haya hecho ninguna inversión para regenerar la costa y especialmente vemos que no hay ninguna partida en los presupuestos de 2016 para la ejecución del Estudio de Cantabria».

Durante su visita, la consellera recordó que «primero porque no estaba y ahora que está siguen sin invertir, mientras la regresión avanza». Salvador recordó que precisamente el inicio del Estudio de Cantabria es el espigón de la zona sur de Almenara, por lo que señaló que «no puede pasar ni un año más sin inversiones en el litoral, que son necesarias para nuestros municipios, porque es una reivindicación justa».

Por la parte que le atañe, la consellera destacó el apoyo del Gobierno Valenciano a todos los alcaldes y municipios de la Plana Baixa afectados por la regresión del litoral que además siguen sin ser recibidos en la Dirección General de Costas tras anularse la cita que había pendiente. La consellera señaló que «volvemos a ver la deslealtad institucional del gobierno de España, en este caso con los municipios, pero también la tienen con el president Ximo Puig con quien no quieren reunirse o también con esta consellera que tampoco es recibida por la ministra de Fomento».

Por su parte, la alcaldesa de Almenara Estíbaliz Pérez, recordó que «desde hace cuatro años, el tiempo que gobierna el PP en España, la falta de inversiones efectivas para parar la regresión del mar ha sido evidente, con lo que la consecuencia es que al primer pequeño temporal que hay, los daños son ya mayúsculos. De hecho la mordida cada vez es mayor y hasta incluso tendremos que retirar las casetas de la posta sanitaria y playa adaptada porque están ya a un metro del agua». Pérez señaló que la falta de inversiones ha propiciado que de los tres kilómetros de costa que tiene la localidad, uno ya no puede ser utilizado para el baño, pero a este ritmo, «pronto nos quedaremos sin playa porque no ejecutan las obras necesarias para frenar a la regresión que va a velocidad de crucero».