Los ingresos del Impuesto de Bienes Inmuebles caerán en 1,1 millones de euros en 2016 y constreñirán las cuentas del Ayuntamiento de Castelló. Esta merma se producirá por la nueva ley hipotecaria y del catastro inmobiliario, por el que la superficie urbanizable sin desarrollar pagará el IBI rústico en vez del urbano. El ejecutivo local da por amortizado el superávit previsto para este año y verá limitada su acción respecto a nuevas inversiones.
El Gobierno central aprobó en junio la revisión de la normativa de valoración de los suelos urbanos empujado por una anterior sentencia del Tribunal Supremo, que cuestionó el pago del IBI urbano en una parcelas urbanizables sin ordenación pormenorizada en Badajoz. La resolución, de junio de 2014, se circunscribía a los terrenos de la localidad extremeña, pero al provenir del Alto Tribunal abría la puerta a que los propietarios afectados del resto de España presentaran un alud de reclamaciones ante los juzgados. A la vista de ello, el ejecutivo central se ha adelantado y ha decidido que los ayuntamientos dejen de cobrar el IBI urbano a las solares sin edificar.
Esta modificación alivia la economía de los titulares del suelo, que consideraban ilógico abonar el mismo IBI por una parcela baldía que un residente de una vivienda construida, pero afecta de lleno en las arcas municipales. La contribución representa el 36 % del presupuesto de ingresos de 2015 de Castelló (60 millones del total de 163), y es la principal vía que utilizaron los anteriores munícipes populares para sanear las cuentas y cumplir el plan de ajuste 2012-2022. Como muestra, la recaudación del IBI ha crecido en 25 millones desde 2012, según indican los informes de la Intervención General.
El próximo año, el ejecutivo local contará con menos tributación del IBI por primera vez en las últimas décadas. Concretamente, serán 1,1 millones de euros menos, avanzaron fuentes municipales, una disminución que se materializará al dejar de facturar el IBI urbano todas las propiedades que en el último PGOU fueron declaradas como urbanizable y que continúan sin el preceptivo desarrollo. Según datos de la dirección general del Catastro, Castelló dispone de 5.617 solares urbanizables vacantes. De esta cantidad, los que cuentan con un plan parcial aprobado (tienen calificación de urbano) continuarán pagando el IBI urbano, mientras los que adolezcan de falta de ordenación aportarán al rústico, que supone un importe muy inferior respecto al urbano. Se encuentran especialmente en la zona de Mestrets, Marjaleria, Sensal o Lledó.
Cuotas de años anteriores
El ayuntamiento, los propietarios y los expertos urbanistas dudan en estos momentos de si el consistorio tendrá que retornar las cuotas cobradas del IBI urbano en las parcelas no ejecutadas en los últimos cuatro años -las anteriores están prescritas-. Según abogados especialistas en urbanismo consultados por este diario, el ejecutivo no está obligado a devolver nada de manera automática. Cada propietario, señalaron, ha de presentar una reclamación individual al contencioso si quiere luchar por los recibos pagados en cuatro años. Luego el juez deberá decidir si la sentencia del Supremo sobre este suelo es retroactiva, según las mismas fuentes, que añaden que las futuribles sentencias no se emitirán hasta dentro de dos años. El gobierno local tendrá un margen y luego confía en devolver de manera fraccionada las citadas cuotas (podrían llegar a los 4 millones) si los tribunales fallan a favor de los demandantes.
