El Borriol va acumulando puntos para el día del recuento final. El equipo que entrena Pedro Fernández Cuesta le va cogiendo el gusto a la categoría con el paso de las jornadas. Uno de los protagonistas de este conjunto borriolense es el portero vila-realense Quique Cortells, que afronta su sexta temporada en el club de la Plana Alta, cinco campañas en Tercera y una (la 2014-15) en Regional Preferente. Nacido en Vila-real el 30 de junio de 1989, lleva jugados 107 partidos con la elástica rojilla, con 8.137 minutos, 99 goles encajados, 4 amarillas y una roja.
«La dinámica del equipo es muy buena. Los primeros partidos nos costó bastante adaptarnos porque empezamos más tarde que los demás por los motivos que todos saben, pero luego poco a poco nos hemos hecho fuertes», aseguró el cancerbero del Borriol. Si hay que ponerle algún pero a este equipo, al menos en lo que va de temporada, sería «que fuera nos cuesta más sacar los puntos. A nosotros y al resto. La Tercera División es muy complicada», reconoció el arquero.
Instalados en mitad de la tabla, para el guardameta Quique Cortells el principal objetivo «será la permanencia, y luego lo que venga bienvenido será. Pero es obligado sumar el máximo de puntos posibles, y para ello debemos aprender de los errores que cometimos el último año en esta categoría, que nos llevaron al descenso a Regional Preferente». En ello se está el trabajando el técnico y los futbolistas, ya que la mayoría de ellos acumulan varios años en la disciplina del club.
El portero de Vila-real, que la temporada pasada llegó a sumar una imbatibilidad de 836 minutos (en Preferente), habló de la actual plantilla del Borriol: «Bajo mi punto de vista la actual, junto a la primera que militó en Tercera (temporada 2010-11) es de las más completas que recuerdo. Completa a nivel defensivo y ofensivo. Confío mucho en este grupo. Tenemos a mucha gente joven que quiere progresar en este deporte, más otros con más veteranía que nos dan el toque de experiencia».
Quique Cortells ha vuelto a coger su mejor nivel. Sufrió una grave lesión y posterior recaída en las primeras jornadas de la temporada 2012-13 y tras un año y medio de inactividad el vila-realense está volviendo por sus fueros. A un alto nivel. «Sufrí esa lesión que todos los futbolistas odian, la de los ligamentos de la rodilla, pero ahora me encuentro muy cómodo y vuelvo a hacer lo que me gusta: divertirme jugando a fútbol», aseguró el arquero del Borriol.
