El ejecutivo local prepara una revisión de la fiscalidad para hacerla más progresiva y devolver a los contribuyentes lo que considera que se ha cobrado de más en los últimos años. Pero esta rebaja será poco a poco y se prolongará los cuatro años del mandato, según apuntó en el último pleno el concejal de Hacienda, Antonio Lorenzo.
El regidor admitió que la disminución de los ingresos del IBI apretará el presupuesto de 2016 y que las reducciones fiscales se aplicarán de manera contenida. Para el siguiente ejercicio, el consistorio planea bonificaciones en el IBI en las personas más vulnerables y limitar los descuentos que existen en las familias numerosas para los casos que tengan dificultades económicas.
Asimismo, ha anunciado que se reducirá la tasa de las terrazas para compensar a los hosteleros de la subida de un 500 % de los últimos cuatro años, y se eliminará la tasa de apertura a los nuevos negocios. Por su parte, se reforzará el control tributario a fin de evitar la evasión fiscal tanto en las terrazas como en vados.
