El Ayuntamiento de Nules decidió ayer por la mañana desprecintar el «cadafal» cuyo acceso fue cerrado el pasado sábado al considerar el director taurino que no cumplía con la normativa autonómica en relación a la altura de la barrera vertical inferior. La decisión de reabrirlo se tomó tras consultar con la conselleria desde donde se indicó que la norma es muy clara «y no cabe interpretación», según explicó ayer el concejal, César Estañol.

El decreto 31/2015, en el artículo 29 detalla claramente que las barreras verticales «dispondrán de una altura mínima de 190 centímetros», precisando que la medida se debe tomar «a partir del nivel del terreno». Es esa matización final la que podría haber producido la confusión o el error de interpretación, aunque desde la peña afectada se defendió desde el primer momento que, desde su conocimiento, la estructura sí que cumplía la normativa, avalada, por otra parte, por los informes técnicos aprobados en las fiestas anteriores, ya que el «cadafal» de La Tropa ha participado ya en tres celebraciones patronales previamente a la actual, sin que se expusiera ningún reparo.

César Estañol, que asumió la intermediación ante la conselleria y que estuvo en contacto con la peña afectada, explicó ayer que la decisión de precintar el «cadafal» fue tomada por el director taurino «para garantizar la seguridad», señalando que en cuestiones de este tipo es mejor actuar «por exceso, que no por defecto» cuando existe alguna duda, aunque desde su punto de vista personal «no habría sido necesario llegar al precinto».

Premura de tiempo

A pesar de ello no quiso criticar la actuación del director taurino, de hecho llegó a justificarla por la premura de tiempo con que se produjeron los hechos, a pocos minutos de iniciarse los festejos taurinos. Precisamente por ello, con tiempo y después de consultar con las autoridades competentes es por lo que ayer por la mañana se decidió abrir el acceso a la estructura metálica.

La medida no fue entendida por los miembros de la peña, que no estaban presentes cuando se produjeron los hechos, pero tampoco por muchos aficionados. De hecho, según relatan testigos, tras un primer precinto con cordón policial, algunas personas decidieron retirarlo por su cuenta, de manera que el «cadafal» fue perfectamente accesible durante la exhibición del «bou per la Vila». Fue a continuación cuando se tomó la determinación de utilizar una rafia que imposibilitara el paso de los aficionados por debajo, hasta que se tomara una decisión oficial al respecto.

El problema se inició, tal y como confirmaron el domingo los miembros de la peña La Tropa, porque una persona intentó pasar bajo el «cadafal» y se golpeó en la cabeza al atravesar los barrotes verticales, lo que denunció a la Policía Local. Este accidente motivó que el director taurino, que también es agente de la policía, actuara como lo hizo.

Un condicionante para que se dudara sobre si las medidas eran las homologadas estaría en el travesaño inferior, que según el decreto anteriormente mencionado, debería de estar «a una altura máxima de 10 centímetros a partir del nivel del terreno». La opción de medir desde el suelo o desde dicho travesaño podría variar en esos 10 centímetros de altura que en principio parecían faltar, según denunció el sábado el director taurino. La peña La Tropa desde el primer momento ha mostrado plena colaboración con las autoridades para resolver el problema, aunque también defendieron que no habrían comprado el «cadafal» si no hubiera tenido las medidas legales, algo que avalaron las inspecciones de las fiestas anteriores, por lo que no acababan de comprender por qué de repente, cuatro celebraciones después, se dudaba sobre su legalidad.

Sea como fuere, la estructura está abierta al público de nuevo, con el aval técnico y la autorización del ayuntamiento.