Abrir las puertas al conocimiento de los orígenes de los primeros pobladores de la provincia, y hacer más accesibles las cuevas rupestres de la Valltorta-Gasulla, pertenecientes a localidades como Ares del Maestrat, Tírig, Albocàsser o les Coves de Vinromà. Ese es el doble objetivo que sigue la Diputación de Castellón al anunciar una nueva línea de ayudas regladas dirigidas a estos bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, para fomentar su conservación, difusión y dinamización.

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, comprobó ayer la accesibilidad de la nueva pasarela de unión entre la Cova Remígia y el Cingle de La Mola en Ares del Maestrat. La Cova Remígia forma parte del Parque Valltorta-Gasulla que presenta la mayor concentración de arte rupestre levantino. «Trabajamos en dar acceso al conocimiento de nuestros más remotos orígenes, a seguir poniendo en valor estos lugares y que ello repercuta en nuevas oportunidades de desarrollo para nuestros pueblos. Éste es uno de los lugares más emblemáticos de la riqueza patrimonial que tiene el interior de la provincia y que debe ser motor de oportunidades».