El Borriol volvió a mostrar su mejor versión y venció, con sufrimiento final, al Paterna por 2-1. Tras una primera mitad bordada, los de Pedro Fernández Cuesta se marcharon al descanso con una cómoda ventaja gracias a los tantos de Selu, en propia meta, y Héctor Zaragoza. Y pese a que tras el descanso mantuvieron a raya a su rival, acabaron sufriendo tras el gran gol de Amarilla, desde su campo, que cerró el marcador.

Durante el primer tramo de temporada, los rojillos se están afianzando en su feudo. En El Palmar pocos equipos le pueden jugar de tú a tú. A sabiendas, el técnico gualdinegro Luis Navarro lo tuvo claro: sacó de inicio tres centrales para frenar el juego vertical hacia Héctor Zaragoza, pero el Borriol consiguió sacar ventaja de ello en tres cuartos de campo.

Así, la primera ocasión no tardó en llegar. Héctor Zaragoza se marchó por banda izquierda y raseó para que Pino rematara, sin acierto, dentro del área. El Paterna quiso presionar muy arriba para forzar el juego directo y ganar los envites. Y fruto de la presión, Higón robó un balón y probó fortuna con un disparo que atajó Quique en dos tiempos.

Monólogo local

Y de lo que parecía un partido equilibrado, acabó siendo un monólogo rojillo a partir del cuarto de hora con el 1-0. Ramón llegó a línea de fondo, recortó y centró en dirección a Héctor Zaragoza, pero el zaguero Selu intentando despejar el balón se marcó en propia meta. Dos minutos más tarde llegó la polémica del partido. Pedro Hidalgo se deshizo de dos rivales y, cuando se preparaba para encarar al meta Moreno, acabó siendo derribado por detrás a un palmo del área. Pese a las protestas, el colegiado sólo amonestó con amarilla al central Selu.

La táctica de arrancar con cinco defensas no le funcionó al Paterna y pronto devolvió a Selu al centro del campo. Pero ni así consiguieron frenar las envestidas locales. Al filo de la media hora de juego, en una gran triangulación, llegó el 2-0. Tali levantó la cabeza y abrió el campo para que Pino, dentro del área, bajara un balón de cabeza que acabó rematando Héctor Zaragoza al fondo de la red.

Todo fue así de bien hasta el minuto 83. Abarca recibió una falta en campo propio y Amarilla fue el más listo de todos. El veterano central sorprendió con un saque rápido y golpeó directo a portería desde su campo y superando a Quique por arriba. Con el 2-1 llegó el miedo sobre los de Fernández Cuesta que, en esta ocasión, acabaron cerrando el partido sin más sobresaltos.