El banquillo local de Castalia, habitual lugar inhóspito para los entrenadores, se ha convertido esta temporada en un remanso de paciencia por parte del club. El entrenador Ramón María Calderé sobrevive a la más extensa racha sin victorias que ha conocido el Castellón desde que descendiera a Tercera administrativamente en el verano de 2011. Ni Javier Cabello, ni Jorge Peris, ni Joan Esteva, ni Pepe Soler, ni Pedro Fernández Cuesta... las siete jornadas sin ganar de Calderé superan cualquier precedente.
El preparador tarraconense conserva el puesto. Le avala el título de campeón conseguido el curso pasado, y a su favor pesan tanto las mejores sensaciones que destila el equipo en los últimos encuentros como el hecho de estar inmerso en la remodelación de la plantilla actual. Han salido Javi Selvas y Rubén Suárez, y el extremo Tornero apunta a ser el próximo.
Como fuere, también sufrió Joan Esteva la pasada temporada un fenómeno similar. No perdió hasta la jornada 8 y desde la 9 se vio obligado a introducir a los nuevos fichajes. Hubo que cambiar de plan pero no hubo ganas ni perspectiva para juzgar al entrenador catalán. A la cuarta jornada sin ganar, fue destituido. La racha se alargó en una quinta cita (con Ramón Moya de interino) y a una sexta jornada sin victoria (el debut de Calderé). Se ganó a la séptima, al Novelda en Castalia, y el equipo voló hacia el liderato.
Dinámicas
En la temporada anterior, en la que el equipo coqueteó con el descenso a Regional Preferente, Jorge Peris fue destituido tras la octava jornada. Tardó cinco en ganar y luego encadenó tres sin victoria. A la racha se unió el empate con Ximet de técnico improvisado, frente al Alzira, y los dos primeros partidos de Pepe Soler. Seis en total, una menos que ahora.
El efecto Soler se difuminó pronto en el tiempo. Tras perder ante el Torrevieja en la jornada 19, con dos jornadas sin ganar, fue destituido. Volvió a demostrarse que aquello del entrenador nuevo, victoria segura, es un tópico que no cuaja en Castalia. Se perdió en Llosa con Juan Carlos Ortiz de técnico provisional y Ramón Moya ganó a la tercera oportunidad, al Villarreal C, en Castalia. Después tuvo un par de rachas peligrosas, pero no pasó de los cuatro encuentros sin triunfo.
En la anterior, en la 2012-13, el comienzo fue malo. Pedro Fernández Cuesta acumuló cinco partidos sin victoria. Hubo paciencia, se ganó en la sexta al Acero (2-0) y el equipo fue creciendo hasta disputar la promoción de ascenso.
La 2011-12, la primera en Tercera en este siglo, fue un caos. Sin pretemporada, Javier Cabello llegó a Navidad en el balcón de la promoción. Pero los impagos se hicieron constantes y, tras dos partidos sin victoria, la Federación de Peñas emitió un comunicado pidiendo su destitución. El Castellón era noveno, a cinco puntos de la promoción de ascenso. Empató con el Alzira y Cabello se marchó. En plena tormenta institucional, Pedro Fernández Cuesta ganó al tercer partido. Esos cinco encuentros sin ganar fueron el tramo más largo de sequía. Los siete ahora de Calderé (cuatro empates y tres derrotas, a 12 del líder) han encontrado una comprensión casi insólita en un club propenso a la combustión. En las últimas décadas, desde el ascenso a Primera de 1989, solo Pedro Fernández Cuesta, Pepe Moré, José Luis Oltra y Luiche han logrado completar una temporada. A Calderé se le acaba el margen.
