La tradicional romería a la ermita de la Sagrada Familia fue uno de los actos centrales de las fiestas patronales de la Vall d'Uixó vividos ayer. Desde primera hora de la mañana, decenas de vecinos acudieron a la plaza del Ángel para recoger las cañas con las que recorrerían el trayecto que separa la parroquia del ermitorio, en pleno paraje de Sant Josep.

Se trata de una de las jornadas más emotivas del triduo religioso que estos días gana protagonismo en la ciudad, que comenzó el domingo con la fiesta de la Trasladación y finalizará mañana con la del Santísimo Cristo. Tras la romería, se celebró en la ermita una misa en la que el párroco, Vicent Borja, hizo referencia especial a la familia, por la «importancia que tiene para cada persona y para la sociedad en su conjunto». Pero, además, señaló que hay que contextualizarla en el mundo actual, en el que existen otras realidades «que debemos reconocer y respetar», aunque ensalzó de manera especial la relevancia que tiene la figura de la familia para la Iglesia.

A pesar de que la romería es multitudinaria, lo cierto es algunas personas, las que no pueden realizarla aprovechan los actos vespertinos para rendir devoción a los patronos, que a su vez son considerados como alcaldes honoríficos de la ciudad, en concreto la misa y la procesión que contó con una alta participación.

Es de destacar la participación del Noble Gremi de Campaners en las celebraciones, al realizar el toque a mano de los repiques y vuelos tradicionales con motivo de esta jornada. De hecho, menos el primer toque del día, los campaneros se encargaron de hacer sonar las campanas de la iglesia del Santo Ángel durante toda la jornada, un hecho que desde la Parroquia se promocionó especialmente por su interés tanto social, como cultural.

Otro de los momentos emotivos del día de los patronos fue la visita de la comisión de fiestas, la reina y la corte de honor al Hogar Sagrada Familia, acompañados por las autoridades locales.