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Cómo lograr que la ciencia no aburra

La Jaume I de Castelló acoge unas jornadas sobre las herramientas comunicativas para mejorar la didáctica en el campo científico

Cómo lograr que la ciencia no aburra

Quizá tenga la imagen del «típico» científico con bata blanca, el bolsillo lleno de bolígrafos, el pelo revuelto y hablando de fórmulas y reacciones de una manera que solo él parece entender. Esta es la imagen que ha querido romper el divulgador Marc Boada (1963, Terrassa) quien visitó Castelló para ofrecer una conferencia titulada «Herramientas comunicativas para la didáctica, los 10 mejores trucos para hablar de ciencia».

El objetivo del científico catalán era hablar de la ciencia sin aburrir, y lo logró. Una puesta en escena dinámica, con ejemplos prácticos y un vocabulario cercano „sin caer en la simplicidad„ fueron algunas de las herramientas que utilizó para embelesar al público asistente, la mayoría de ellos profesores. Boada marcó cinco claves básicas para favorecer la comunicación en el campo de la ciencia y llegar al máximo público posibles. Estas claves son: la empatía, hablar de lo que se conoce directamente, tener un guión, la expresión corporal y crear un personaje como comunicador, evitando caer en el «frikismo».

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La empatía con el receptor del mensaje

En opinión de Boada, los interlocutores «no saben que es la empatía». «Tiene que haber un feeling para que la audiencia esté atenta y ponerlos en la piel de la gente que nos escucha», añade. Durante la exposición del relato también es importante no usar diminutivos „resta credibilidad„, no formular preguntas sin respuesta „crea una barrera comunicativa„ y adecuar la aparencia al tipo de público „evitar la bata blanca en un ambiente más distendido.

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Hablar de lo que se conoce directamente

Para Boada, es muy importen que el científico hable de aquello que ha experimentado directamente y no de aquello que solamente ha leído. De esta manera se puede transmitir mucho mejor a la audiencia el proceso y reacciones de los experimentos. «Hay que crear un diálogo entre el objetivo y el fenómeno. Por eso, es importante tocar y percibir el material, experimentar sensaciones perceptivas que permita comprender y visualizar las cosas», añade.

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Tener un guión estructurado y redondo

«No se puede ir a ningún sitio sin guión, aunque sea mental», afirma el divulgador científico. En este guión se tendrá que incorporar lo necesario, ya que no cabe todo, para captar al público y constará de tres partes: una entrada, el desarrollo y la conclusión. «Tiene que ser un discurso cerrado, que dé la garantía que todo lo expuesto tiene un final», añade. Asimismo, apunta la importancia de explicar bien las cosas y que sean entendibles pese a su complejidad. «Con la presencia de los científicos parece que surjan las dudas. Todo el mundo de diferentes sectores de la sociedad parece tenerlo todo claro menos los científicos que parece que solo hacemos que divagar. Es por eso que es tan importante que construyamos un relato redondo, con un principio y un fin», argumenta Boada. Para ello, un truco sería empezar por los ejemplos „la realidad„ y acabar con las fórmulas „lo abstracto„.

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Mantener activa la expresión corporal

El 50 por ciento de lo que explicamos llega a través de la comunicación no verbal, por eso es tan relevante el mantener una postura activa, un tono de voz contundente, sonreír y moverse. Gesticular mientras se explican las cosas facilita la comprensión.

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Crear un personaje como comunicador

Boada reseña la opción de crear un personaje, como comunicador. «Ser nosotros mismos pero con un personaje que transmita positividad y optimismo sobre lo que nos va a pasar», relata. El catalán añade que científicos hay muchos aburridos pero también los hay divertidos y que se esfuerzan por hacer llegar la ciencia de una manera amena, gracias a la interpretación de una historia o un personaje. Eso sí, hace hincapié en el peligro de caer en el «frikismo». «Hacer el payaso en excesivo tampoco es bueno ya que perdemos seriedad, y la seriedad es una parte inherente a la ciencia que no podemos obviar. Hablamos de cosas tangibles, físicas y demostrables, por lo que no podemos caer en la frivolidad», apostilla. Así, una buena fórmula sería contar una historia „verídica o no„ que nos llevara al contacto con el material o la experiencia científica a tratar.

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