Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Segorbe congela el plan de derribos del PP y apuesta por un casco antiguo «habitable»

El nuevo equipo de gobierno no completará la operación sobre el edificio de la Ferretería Orduña El alcalde quiere centrarse en las ayudas a la rehabilitación de viviendas más que en la de patrimonio

Segorbe congela el plan de derribos del PP y apuesta por un casco antiguo «habitable»

El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Segorbe ha decidido dar un giro de 180 grados a la forma de gestionar la rehabilitación de monumentos en el casco histórico. El consistorio segorbino pretende replantear el plan de rehabilitación del casco antiguo con el fin primordial de convertirlo en «un casco antiguo no tanto para verlo, sino también para vivirlo».

Y es que el bipartito, capitaneado por el alcalde socialista Rafael Magdalena, está trabajando por dejar a un lado «la política de derribar» que estaba llevando a cabo el anterior gobierno popular en materia de rehabilitación de patrimonio. En este sentido, el alcalde confirmó que una de las casas que los populares habrían planeado comprar para derribarla y continuar sacando la muralla alrededor de la catedral, «no será derribada». Se trata de la antigua Ferretería Orduña, ubicada en la calle Colón y que el anterior ayuntamiento había apalabrado, anunciado su compra y destinado una partida presupuestaria para ello, procedente del superávit de 2014.

Sin embargo, Magdalena aseguró que la antigua Ferretería Orduña «no está comprada». «Al nuevo equipo de gobierno no nos gusta la política de derribar que hace un modelo de centros monumentales, a cambio de un centro menos habitable», informa.

El consistorio comunicó el pasado lunes a los representantes de los propietarios de la casa que el nuevo ayuntamiento «no prevé comprarla para derribarla». «Todavía estamos manteniendo conversaciones sobre este asunto», puntualizó el primer edil quien explicó que «si al final la compramos veremos qué haremos con ella y si podemos llegar a otro acuerdo con los dueños, lo replantearemos».

Con el derribo de la misma, los populares pretendían continuar su plan de rehabilitación que comenzó hace más de 18 años de, entre múltiples adecuaciones, «sacar a la luz» gran parte de la antigua muralla aledaña al acueducto en la zona del Argén, así como recuperar la zona de las Criptas, situadas en la calle Colón y en el que se ha invertido más de 4 millones de euros.

El actual munícipe aseguró que el nuevo plan pretende «centrarse más en un centro antiguo en que todo lo que se invierta no sea tanto en la monumentalidad, sino también en las personas». Relacionado con el patrimonio, aseguró el munícipe está hacer cambios en la manera de gestionar el turismo. «Quiero un turismo que aporte, que aporte dinero, pero también cultura y vida», apuntó Magdalena. Es por ello, aseguró el munícipe que el turismo «va a estar muy engarzado con la habitabilidad, ya que no sólo queremos un turismo que venga haga una foto y se vaya, sino que realmente dé vida al pueblo». Para Magdalena la reavivación del caso histórico es «muy complicada». Sin embargo, apuntó, «sabemos de buena tinta que la Generalitat va a apostar de manera muy importante por las ayudas para la rehabilitación y lo que vamos a intentar es forzar desde las administraciones esta vida». En este sentido, puntualizó «si nadie pone comercios debemos forzarlos desde el ayuntamiento» teniendo en cuenta su rentabilidad social.

Compartir el artículo

stats