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Castelló renuncia a recuperar el terreno del aeroclub y finiquita la Ciudad de las Lenguas del PP

El gobierno progresista elude los planes urbanizadores del Partido Popular y revoca el acuerdo para revertir la propiedad del suelo que se aprobó en 2013

Castelló renuncia a recuperar el terreno del aeroclub y finiquita la Ciudad de las Lenguas del PP

El aeródromo del Grau vence a los anhelos urbanizadores de los anteriores inquilinos del Consell y del ayuntamiento y permanecerá en su actual emplazamiento. El gobierno progresista renuncia a los terrenos, apuesta por la instalación de aviación ligera como «motor turístico» y finiquita los proyectos faraónicos de épocas pasadas .

Así lo anunció ayer la alcaldesa, Amparo Marco, a la dirección del aeroclub en una reunión en el ayuntamiento. Marco avanzó que revocará en el plazo más breve posible la decisión del ejecutivo del PP de recuperar la titularidad de la superficie del aeródromo para urbanizar la zona. Los munícipes populares aprobaron en febrero de 2013 un acuerdo por el que el consistorio asumía la titularidad de esta parcela y ordenaba al aeroclub el desalojo en cuatro meses. Castelló la había cedido en 1957 con la condición de que se mantuviera como un campo de aviación civil, y el ejecutivo del PP esgrimió «la utilidad pública» de la Ciudad de las Lenguas para el retorno. El aeródromo inició un pleito judicial y consiguió la paralización cautelar de la medida municipal, de ahí que continúe en la ubicación del distrito marítimo.

El PSPV y Compromís rechazaron en los años de oposición los planes del PP y, ayer, en el gobierno, confirmaron el adiós a las ansias constructoras del antiguo gobierno. Asimismo, con la anulación de la reversión de los terrenos se pondrá fin al proceso judicial entre el aeroclub y el ayuntamiento. El exalcalde, Alfonso Bataller, frenó en la segunda mitad de su mandato las propuestas «turísticas» por falta de financiación y aceptó que el aeroclub continuara hasta que se resolviera el conflicto judicial, sin descartar la urbanización de la zona en un «resort hotelero».

Tras el cambio de gobierno no habrá «resort», ni Ciudad de las Lenguas, ni discotecas, entre otras de las iniciativas que desde el Consell y el ayuntamiento se lanzaron desde 2005. Marco subrayó que el nuevo ejecutivo apoyará al aeroclub porque, según explicó el presidente de la entidad, Yuri Rabassa, cree que es un elemento que puede ayudar a desestacionalizar el turismo en la ciudad.

Rabassa subrayó que de esta forma se podrán atraer nuevas inversiones y potenciar la llegada de visitantes a Castelló a través del aeroclub. Afirmó que la incertidumbre legal de los terrenos ha ahuyentado a posibles inversores. «Ahora tenemos un horizontes claro», remarcó Rabassa, que destacó que así se podrán impulsar ferias aeronáuticas, escuelas y nuevos hangares de aviación deportiva.

300.000 euros perdidos

El cambio anunciado por el equipo de gobierno izquierdas se produce justo diez años después de que el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, anunciara la construcción de la Ciudad de las Lenguas en 425.000 metros cuadrados del aeródromo. Para promover esta infraestructura, que combinaba educación idiomática con complejos hoteleros y residenciales, escogió a José Luis Gimeno, quien acababa de ceder la alcaldía a Alberto Fabra. La Generalitat suspendió el proyecto en 2013 tras gastarse 300.000 en trámites y estudios.

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