Quieren fomentar el deporte base y amateur, ¿la futura «Fórmula Uno», por la apuesta que hicieron los dirigentes anteriores, es el running?

Es evidentemente que el running es el deporte más practicado, ha habido una explosión, no solo en nuestro país sino alrededor del mundo. Es un fenómeno planetario la explosión de practicantes del running o de correr, como digo yo. Pasamos del jogging al footing, y ahora al running, pero lo que es, es correr. Hay que intentar que lo hagan en las máximas garantías posibles desde todos los puntos de vista; de la seguridad personal y de las instalaciones. Como idea tenemos también que un buen circuito de correr urbano debe considerarse una instalación deportiva y debe estar adecuado, bien mantenido. En muchos pueblos la gente sale a correr y no tiene un circuito. Y también ayudar desde la Generalitat a que en los municipios se construyan esos circuitos.

Sería un plan similar al de los campos de fútbol de césped artificial.

La idea que tenemos es establecer una línea que ayude a los ayuntamientos a construir y mantener luego espacios o circuitos, atractivos, sanos, y que tengas de alguna manera a la gente que corre dentro de unos parámetros que sean buenos para su seguridad. No me gusta la comparación con la Fórmula Uno porque los recuerdos son nefastos para ese país.

El Valencia Terra i Mar le dio la baja a Onya, que dio positivo. ¿Entiende que un club con subvenciones públicas pueda tener a deportistas con antecedentes de dopaje?

No somos responsables de lo que hacen los clubes privados. Y las subvenciones que damos desde aquí a los clubes de élite no acaban de hacer peso en sus presupuestos. Estamos comprometidos en determinados valores, y el del dopaje, el del juego sucio, no es uno que nos guste. Estamos también ocupados en el desarrollo de la Ley del Deporte. Y tenemos capacidad inspectora que queremos ejercer. Debemos plantear qué pasa cuando algún club que recibe subvenciones, como es el caso, incumple esos valores.