En sus dedicatorias, Juanvi Bellido se recordó del presidente de l'Aljama, Enrique Masó, quien se enfrentó sin éxito en 2006 a Jesús López en una asamblea de fiestas por discrepar de sus maneras «dictatoriales». Pero Masó, a diferencia de las elecciones del sábado, calificadas de modélicas por los participantes, se presentó hace nueve años con las cartas marcadas de antemano. El proceso fue de todo «menos democrático», recuerda.

«Fue una asamblea surrealista, nosotros en principio parecía que teníamos la mayoría, pero la Gestora dio el voto a pie de urna a sus presidentes y la Federació de Colles cambió, incluso, el voto de un integrante de una colla», rememora Enrique Masó. «Aunque tenía la mayoría, no convenía un cambio en ese momento, y el que gobernaba (Partido Popular) hizo lo posible para que continuara López», lamenta.

«El voto estuvo dirigido para que la victoria de López no se escapara. Así no podía haber una elección democrática y limpia», remarca Masó.

El contexto de aquella época no tenía nada que ver con el actual. La alcaldía la dirigía Alberto Fabra y su apuesta era Jesús López. También la Gestora de Gaiatas y la Federació de Colles, que se han desmarcado ahora de López, trabajaron entonces a su favor, subraya Masó. Por ejemplo, para esta asamblea cada gaiata votó de manera individual, mientras en 2006 la Gestora organizó una votación interna para que la opción mayoritaria se llevara sus 19 votos. Por su parte, nueve años atrás el secretario de la Federació de Colles, evoca Masó, era el hijo del propio López y la elección previa de las collas se hizo a mano alzada y con «su hijo apuntando los nombres de quién votaba sí y quién no», añade Masó. Este año, el voto de la federación fue secreto.

Antes de caer derrotado el sábado, López advertía de supuestas injerencias del ejecutivo progresista y de una pérdida de independencia de la Junta de Festes. Al final, tal como se comprobó en la asamblea, no hubo intervención del poder político. De hecho, hubo entre los asambleístas más concejales o exediles del Partido Popular que regidores del PSPV y Compromís.

Con Bellido ha llegado el cambio que Masó deseó. El sábado fue la primera vez que se presentaron candidatos contra López en nueve años. «Antes no se atrevían porque temían que las elecciones no fueran limpias», sostiene Masó.