La polémica por la derogación de la ley de Señas de Identidad cuya aprobación impuso el PP a finales de la anterior legislatura para agitar el conflicto lingüístico se trasladó ayer a la Junta de Portavoces de las Corts y derivó en un enfrentamiento entre la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y la entidad cívica Acció Cultural del País Valencià. Durante la rueda de prensa posterior a la Junta, Bonig, arremetió con dureza contra socialistas, Compromís y Podemos por registrar una proposición de ley de lectura única para derogará la norma que preveía un Observatorio, integrado por las secesionistas RACV y Lo Rat Penat, con poderes para retirar ayudas a las entidades que no acaten la individualidad del valenciano.

Bonig recordó que la ley evita que se otorguen subvenciones a entidades como Acció Cultural del País Valencià (ACPV), que «defiende la unidad de la lengua y los Països Catalans en contra del Estatuto de Autonomía», dijo. «¿Se imaginan qué pasaría si el PPCV diera ayudas a una entidad nazi o neonazi», se preguntó para justificar que la ley de Señas sirve para impedir que reciban subvención asociaciones «que van contra el Estatuto», citando el caso específico de Acció Cultural.

La entidad cívica emitió horas después un comunicado en el que exigía a la popular disculpas si se trataba de «un error» o de una declaración más que desafortunada». «No hacerlo confirma que es la imagen real del PP», añadían. La entidad reprochó a Bonig unas declaraciones que «banalizan el nazismo»: «No estaría de más que Bonig entendiera que el nazismo es una excepcionalidad sin comparación posible y no es permisible usarlo como arma en el debate político». La entidad denunció también la «obsesión» del PP por discriminarles y ahogarles económicamente.

Por su parte, el portavoz del PSPV, Manuel Mata, afirmó que los populares «no están bien de la cabeza» cuando les acusan de traidores a los valencianos por derogar la ley. El PP se quedará solo en la defensa de la ley de Señas ya que la síndica de Ciudadanos, Carolina Punset, adelantó que su grupo se sumará a la derogación propuesta por socialistas, Compromís y Podemos, ya que, «el PP no es quién para dar carnés de buena o mala valencianía».